
El aspecto estéico es algo más a tener en cuenta para el disfrute de un juego de mesa. Unos bonitos componentes, sobre todo bien diseñados y acordes con las mecánicas de juego, ayudan a mejorar la experiencia de una partida. El nivel medio de la calidad de los componentes de juegos ha alcanzado un altísimo nivel en el mercado actual de juegos de mesa, sobre todo en las producciones alemanas.
Twilight Creations ha demostrado que puede dotar a sus juegos de un aspecto llamativo, con miniaturas y adecuadas ilustraciones de ambientación.
Pero en Cthulhu Rising, todo el arte en el juego se reduce a esta ilustración:

La de la portada. No es que tampoco sea una obra artística especialmente agraciada, pero es que este dibujo es el único en el juego.
Veamos el interior:

Cada persona tiene objetivos idénticos y puntuará las fichas colocadas en el lado del tablero de su color (rojo o azul), según las combinaciones obtenidas (parejas, tríos, color, etc.). El peón negro es para puntuar en el marcador superior.

La ilustración que decora el fondo del tablero es la misma de la portada, achatada para adaptarse al formato rectangular apaisado. Un lado se colorea de rojo (los cultistas) y otro se colorea de azul (valientes investigadores), recortando la ilustración sin armonía:

Fijémonos en el marcador de puntuación:

En la casilla neutral del centro de nuevo se emplea la misma ilustración de la portada, alargada esta vez para encajarla en el estrecho espacio vertical. A cada lado se rellenan las casillas de puntuación, (cultistas a la izquierda, investigadores a la derecha), repitiendo de nuevo una porción de la misma ilustración de portada - el mismo trozo una y otra vez a cada lado, alargadísimo y estirado a lo alto para ocupar las estrechas casillas de puntuación.
Esto es sacarle partido a una única ilustración: 23 veces.
El resultado, repetitivo y muy poco trabajado, es estéticamente deplorable.
En poco tiempo Twilight Creations anunció otro juego de Reiner Knizia: Zombiegeddon - ¿Qué podría aportar el maestro a la exitosa franquicia de los juegos de zombes?
Esta es la atiborrada portada:

Pero al abrir la caja sorprende la pobreza de los materiales, comenzando por un tablero que se supone representa ¿una ciudad?:

Tratándose de un juego de zombis, esperábamos miniaturas...

Pero en Zombiegeddon; ¿hay miniaturas?:

No, peones de colores chillones.
El juego da la impresión de ser prácticamente un prototipo publicado como juego comercial directamente:
El logotipo del juego pintado en el tablero casi estorba - Para una decoración que tiene el tablero...
Lo que podría ser un buen juego para la saga Zombiess!!! (Zombiegeddon tiene aspectos interesantes), se viene abajo ante unos materiales tan poco atrayentes, mal diseñados - y aunque la estética sea algo que atañe a los gustos personales, nos atrevemos a deicr que feos.

Aspecto de un juego de mesa del siglo XXI.
Anteriormente Twilight Creations publicó Gravediggers o Mmm... Brains!, otros juegos de Reiner Knizia, esta vez sí, con componentes dignos como mínimo.


Así que el fiasco de diseño de los juegos Cthulhu Rising y Zombiegeddon no debe tratarse a que la compañía pensara que con poner el nombre de su importante autor en portada el juego se iba a vender sin importar el contenido, porque en otras ocasiones han demostrado que pueden hacer mejor su trabajo. ¿Prisas, extraños gustos?
Mmm... Brains! es un simple juego de dados con lindos cerebritos para comer.
Gravediggers (cavadores de tumbas) es la versión de Twilight Creations de un juego que se editó casi simultáneamente en Alemania: Banküberfall (asalto al banco) de Piatnik.

Ambas ediciones sólo difieren en el grafismo y la temática elegida. Es un buen juego de pujas ocultas lleno de faroleo, cartas para interferir en los planes ajenos en secreto y la posibilidad de usar infomación parcial en beneficio propio.

La diferenia entre ambas ediciones habla a la claras de los gustos de Twilight Creations.
Seguimos jugando, y si son juegos bonitos, mejor.
¡Nos jugamos!