El periódico Norte de Castilla publicó ayer Domingo 29 de Marzo un reportaje sobre el juego 1936 Guerra Cívil de Arturo García; "un juego de cartas que recrea los detalles de la contienda".

Reproducimos a continuación el artículo a cargo de Chema Carrasco, que puede leerse en la propia web del diario:
Vida y Ocio
La Guerra Civil, sobre la mesa
'1936 Guerra Civil', un juego de cartas que recrea los detalles de la contienda, aparece de nuevo
29.03.09 - Chema Carrasco - Valladolid
29 de marzo de 1939. Tras la retiradas de las líneas republicanas de los frentes que defendían Madrid de los nacionales, a las tropas de Franco sólo les quedaba, durante los tres días siguientes, ocupar el resto de ciudades leales a la causa republicana sin oposición.Madrid había caído y la Guerra Civil podía darse, tras tres años de combates, por finalizada.Ahora es posible recrear todos los aspectos del conflicto, setenta años después de terminar, e incluso, cambiar el signo de la contienda sin movernos de casa ni de la mesa, gracias a '1936 Guerra Civil', un juego de cartas de serie limitada creado por Arturo García, un madrileño, de 36 años, que es ingeniero de telecomunicaciones. Un proyecto que ha tenido muchas horas de trabajo durante varios años hasta que ha visto la luz.«'1936 Guerra Civil' es un juego de cartas en la que cada una representa un elemento de la Guerra Civil española. Puede ser un personaje, una unidad militar, una batalla, un evento o cualquier otro tipo de elemento socio cultural de la época», explica su creador.El juego consta de un total de 252 cartas, 4 tableros (dos tableros de bando, un tablero político y un tablero militar), 24 fichas marcadoras y de un librito de 36 páginas con las reglas, variantes, notas de diseño y ejemplos de barajas. La victoria en la partida se puede alcanzar por varias vías: la militar, la diplomacia o la desmoralización del contrario. Cada carta del juego tiene características diferentes en éstos u otros conceptos secundarios. Cada jugador debe, antes de empezar a jugar, decidir con qué estrategia lo hará, y construirse una baraja de cartas en base a esa estrategia.Durante la partida habrá que decidir qué cartas se utilizan y cómo, en base a las cartas que vayan saliendo del mazo de cada jugador, a la estrategia que se hubiera diseñado y a las cartas que vaya jugando el participante contrario (está destinado a dos jugadores aunque también hay variantes para cuatro). «Se juega por turnos alternos, y en cada turno se generan unos recursos económicos que limitarán las acciones que se puedan ir realizando. Cada acción tendrá un coste y habrá que gestionar los limitados recursos para decidir cuáles se hacen y cuáles se dejan para más adelante», dice Arturo García.No es rolAunque pueda parecerlo, no se trata de otro de tantos juegos de rol: «No tiene nada que ver. Es un juego de cartas ambientado en la guerra civil. No hay que representar a un personaje ni tampoco un narrador de una historia, es más como el ajedrez. Un jugador contra otro, cada uno tiene sus cartas que se van utilizando para alcanzar unas condiciones de victoria», asegura Arturo.La idea de crear este pasatiempo surgió en el año 2000. «Yo andaba detrás de desarrollar algún juego y también empecé a profundizar en el estudio de la Guerra Civil. Y me planteé el unir ambas pasiones», recuerda el madrileño, que añade que «fueron varios años de visitas a archivos en busca de imágenes y en el 2006 fue cuando me decidí a publicarlo».Ahora, casi tres años después, Arturo quiere volver a recordar su juego, pese a que no se plantea el volver a sacar una nueva edición del mismo -y eso que las ventas han sido buenas-, y sólo pretende sacar lo que le queda en su casa de la primera tirada (casi mil unidades), porque para él supone «mucho esfuerzo y económicamente no merece la pena», pero «la satisfacción de ver una obra tuya disponible en las tiendas, que la gente lo compra y lo disfruta, que valora el esfuerzo que he realizado, eso no tiene precio», sentencia el joven creador del juego.Y es que Arturo quiso hacer propia su idea porque «no quería sentirme presionado a la hora de diseñar el juego» y «decidí no buscar mecenas, para que no se diera una imagen politizada o distorsionada de los objetivos del juego. La edición me la pagué con mis ahorros», afirma el madrileño.Pese a que el entretenimiento es el pilar básico de su creación, durante su desarrollo, Arturo pudo mostrar sus avances a historiadores como Paul Preston, Rafael Permuy o la también historiadora y profesora de la UNED Ángeles Egido. «A todos les gustó mi proyecto y su ánimo fue un estímulo importante para seguir adelante», recuerda Arturo.Valor pedagógicoPero el juego no cuenta sólo con valor histórico, si no también pedagógico, aunque no está diseñado «para niños, sino para adultos debido a la complejidad que tuvo la guerra», aclara Arturo. Todas las cartas se presentan estructuradas en facciones, lo que ayuda a aclarar quiénes eran unos y quiénes eran otros, sobre todo dentro de cada bando. Asimismo, cada carta tiene una imagen que pone cara a un personaje, a un evento de la guerra o a cualquier otro elemento de la misma.En un mundo cada vez más computerizado, muchos son los juegos de cartas -¿quién o ha jugado al solitario en horas de trabajo?- que han pasado a la pantalla del ordenador. Arturo no es ajeno a esto y comenta que «hay ya dos módulos hechos para dos plataformas de juego por Internet, Cyberboard y Vassal». Pero -matiza- «son interfaces con una serie de operaciones básicas y son los jugadores quienes deben saber qué hacer durante la partida».Pero si todavía no se fían de las nuevas tecnologías, en Valladolid existe un punto de venta en le que podrán adquirir el juego, la librería Micrón (C\ San Quintín, número 8). Para los demás, hay varios puntos de venta online que sirven a España o a varios países del extranjero a través de la web www.1936guerracivil.com.
Buen artículo, en general - aunque parece que seguimos con cierto estigma mediático sobre los juegos de rol y haya que justificar todavía ciertas cosas.
Esperemos que esta nueva aparición en prensa ayude a que el juego 1936 Guerra Civil se siga difundiendo, porque el incansable empeño de Arturo García por editar y promocionar su juego por toda España es una historia que nos sigue pareciendo admirable.
¡Un abrazo Arturo, y nos jugamos!