La universidad pública Pompeu Fabra ha dedicado este año diversos actos al lingüista que le da nombre, celebrando el 75 aniversario de la publicación del Diccionari general de la llengua catalana - una obra básica para la lengua catalana.
En palabras de uno de los autores del juego, Oriol Comas:
" Pompeu Fabra fue un ingeniero catalán que dedicó toda su vida a la normalización y la modernización de la lengua catalana. Nació en Barcelona en 1868 y murió exiliado en Prada de Conflent (Francia) en 1948. Es una figura central en la historia catalana moderna, aunque seguramente no es todo lo conocido que debería ser. Ha dado nombre a una de las nuevas universidades públicas catalanas, que este curso está realizando precisamente un homenaje al maestro Fabra.
Todo esto viene a cuento porque la Universitat Pompeu Fabra, en el marco de este homenaje ha querido llevar a cabo, además de las lógicas actividades científicas y académicas, otros actos de carácter más popular o más divulgativo. Entre ellos se cuentan una exposición y especialmente un concurso en internet y un juego de cartas, de los que tenido el honor de encargarme (el juego de cartas, como casi siempre, con Jep Ferret).
El concurso en internet (Juga amb la Pompeu, "Juega con la Pompeu") ha durado 30 días y cada día se proponía a los participantes un juego distinto. Los había de todo tipo: un quiz, un memory, un puzzle, un juego de dados tipo "push your luck", crucigramas, juegos de lógica... hasta un problema de Eleusis. Todos los juegos tenían una cierta relación con la figura y la obra de Pompeu Fabra. El concurso, en catalán, aun se puede consultar. (...)
El juego de cartas se llama Pompeu Fabra i el seu temps ("Pompeu Fabra y su tiempo") reproduce la vida de Pompeu Fabra, es decir, en el juego hay 81 cartas, una por cada año de la vida del Mestre. Cada carta contiene el año en cuestión, una ilustración de un evento importante de ese año, una frase explicativa. Además contiene un icono que muestra si el evento del año es de la propia vida de Fabra, un evento político, tecnológico o cultural. Además hay 9+9 cartas que forman un marco donde se van colocando las cartas. También hay 18+18+18 fichas de madera rojas, amarillas y verdes que se colocan encima de esas 18 cartas.
El juego es muy simple. Juegan 4 o 5 jugadores. Se empieza con cuatro cartas ya colocadas en su lugar en la matriz formada por las 18 cartas-marco. Cada jugador recibe 10 cartas. Por turnos, se colocan de una a tres cartas, siempre al lado de cartas ya colocadas. Para colocar más de una deben ir seguidas. Si ocurre que con las cartas que se han colocado y las que ya había en la mesa se ha formado un trío de eventos político, tecnológico y cultural seguidos, se puede colocar una carta más en cualquier lugar de la matriz. Si se coloca una carta Fabra también se puede repetir. Se repite únicamente una vez. El primero que cierra un trío de cartas seguidas en horizontal o vertical gana una ficha roja (al final de la partida valdrá 1 punto), el primero que cierra una serie de 6 cartas seguidas gana una ficha amarilla (=2 puntos) y el que cierra una fila o una columna entera se queda la ficha verde (=3 puntos). Al final del turno, se roban cartas hasta tener 10 en la mano. Cuando un segundo jugador se queda sin cartas se acaba la partida. Los demás no colocan sus cartas.
Muy simple, pero con la tensión del final de partida de que dos (o tres) jugadores no colocarán sus últimas cartas y dejarán de sumar puntos. Una buena estrategia, si las cartas lo permiten y suelen hacerlo, es guardarse buenos combos para el final de la partida para acelerarlo y dejar a los demás con muchas cartas en la mano. Claro, también se puede jugar a colocar cartas sin pensar demasiado, pero reventando neuronas es más divertido (dicen los tésters).
El juego cuenta con unas espléndidas ilustraciones de Bié (Murria en BSK), un conseguido diseño gráfico de Jordi Roca (elroca en la BSK) y una ajustada producción de Games & Co (acv en la BSK). Gracias a todos por su generosidad y buen hacer. A ellos y al montón de gente que testó el juego, entre otros, los amigos del Queimada, los de HomoLudicus y los del PatimPatamPatum.
Bueno, no sé si está bien que cuente tantas cosas de un juego que no saldrá a la venta y del que se ha hecho una edición de obsequio para la propia universidad. De todos modos, la mecánica del juego es suficientemente atractiva para darle una nueva oportunidad en otro contexto.
Creo que merece la pena destacar que una institución (en este caso un universidad) piense que un juego es un buen instrumento de comunicación y que lo haga en términos de juego, no publicitarios. Vamos, que el juego no está pensado como una mera herrramienta educativa, sino como un juego que ante todo debe ser valorado como tal.
(...)
Oriol Comas i Coma "
Vía: la BSK