


Lord of the Rings: The Confrontation (Edition Deluxe), de Reiner Knizia.





Adaptar satisfactoriamente el juego electrónico del Tetris (Alekséi Pázhitnov, 1985) en forma de juego de mesa no parece tarea fácil. Knizia lo consigue con Fits creando un juego en el que cada persona compite por realizar su propio puzzle individualmente pero tratando de hacerlo mejor que el resto de rivales en la partida - al estilo del exitoso Ubongo de Grzegorz Rejchtman (Homoludicus).
Los componentes están bien diseñados para que el juego funcione, con unos tableros personales inclinados con unas guías de plástico para que las piezas (con las típicas formas del Tetris) se deslicen y a la vez queden fijas, y bajo la que se puede cambiar el tablero de juego en cada ronda.

Cada persona comienza con una pieza distinta ya colocada en su tablero. A partir de ahí, se van sacando cartas que van indicando qué pieza es la siguiente. Se debe pensar como dejarla caer por el tablero inclinado y una vez hecho no se puede rectificar.
La partida dura 4 diferentes rondas en las que los objetivos van cambiando: en la primera hay que rellenar al máximo los espacios, en la segunda hay que intentar dejar libres algunas casillas positivas, en la tercera se añaden casillas negativas que sí hay que intentar tapar, y en la última sube el riesgo al existir parejas de casillas que son positivas si se descubren ambas pero negativas si sólo se deja una pareja al descubierto.
El resultado es un buen juego de puzzles, con genuino sabor a Tetris pero con sus diferencias y propia identidad. Sabemos que va a gustar a mucha gente.
De paso, recordamos el curioso experimento de jugar al Tetris analógico, una forma algo más complicada de convertir el original elctrónico en un juego real.


Auf Achse de Wolfgang Kramer, un Spiel des Jahres del año 1987 relanzado el año pasado.
El magnífico juego Blox, de KRAG (Wolfgang Kramer, Hans Raggan & Jürgen P. Grunau), editado por Ravensburger España. Juan fue el ganador del concurso Jugamos Tod@s de los Oscars 2009 y tuvo su premio.
¿Os hemos dicho que se consigue de regalo?


Giants es un gran juego; por tamaño, belleza de materiales y por su calidad lúdica. Es un juego de estrategia con unas reglas relativamente nada complejas que requiere planear bien los movimientos, una estrategia definida y sobre todo tener clara la táctica en cada momento para no acabar malgastando una ronda de juego.


Nos gustan los juegos bonitos.
En Giants cada persona controla una tribu de Rapa Nui, la Isla de Pascua, en su época de explendor. El objetivo es erigir las estatuas moais en sus plataformas en la costa de la isla. Pero primero hay que exculpirlas en la cantera que se encuentra en la zona central de la misma y después transportarlas hasta sus pedestales en la costa. El transporte de las pesadas estatuas requiere muchos peones de las tribus - más trabajadores según sea el tamaño del moai, pues los hay de tres diferentes. Al mover un moai se pueden usar los peones de otra tribu, pero eso les otroga puntos de victoria a los rivales. La colocación de los peones en los hexágonos del tablero de la isla es la parte central de cada ronda. Antes se han tirado los dados para ver qué trozos de piedra lo bastante buenos para ser esculpidos se han encontrado en la cantera, y se han enviado peones escultores para fabricar y apropiarse de los moais.
Además de colocar peones para transportar las estatuas, el brujo de la tribu tiene poderes especiales según donde se coloque en el tablero: puede ordenar que se tale bosque para conseguir maderas (que ayudan al transporte y representan a su vez lo que pasó realmente en la isla, deforestada y esquilmada hasta provocar hambrunas y guerra civil que acabó con la civilización Rapa Nui), puede reclutar nuevos obreros en el pueblo, puede ordenar la fabricación de un tocado para las estatuas moais en la cantera de arcilla roja (los tocados en los moais hacen que aumente su valor), o puede conseguir marcadores tribales en su choza. Estos marcadores tribales se usan para pujar por los moais, para marcar los moais y tocados propios que no han llegado a destino, o para consegir tablas rongo-rongo. Dichas tablas a su vez sirven para desempatar en las pujas, para dotar de los poderes del brujo al peón del jefe de la tribu, o para mirar una de las plataformas de un moai - y es que cuando un moai llega a su destino en la costa y se levanta, se coloca un marcador debajo indicando a qué tribu pertenece, pero queda oculto (y no puntuará hsta final de la partida). Por tanto, si después se le quiere poner un tocado, no hay que equivocarse para no dar puntos a otra tribu.


Más componentes de Giants
La cantera de moais y la cantera de tocados se encuentran en la zona central de la isla, peo en extremos opuestos de la misma. Erigir moais cerca de su cantera da pocos puntos mientras que hacerlo al otro lado, cerca de la cantera de tocados, da muchos puntos de victoria - y ocurre de forma inversa con los tocados.
El final del juego sucede cuando una persona levanta moais gastando todas sus plataformas (según número de pesonas en la partida se comienza con un número entre 5 y 7). Cuando la partida acaba, se voltean las platormas de los moais y cada tribu gana sus puntos. Esto abre diversas posibilidades estratégicas, pues no se pueden levantar muchos moais en el juego y hay que evaluar en qué posiciones serán más rentables. Pero si gastas mucho tiempo y recursos en mover moais a las posiciones más valiosas, el final de la partida puede precipitarse si alguien levanta rápidamente varios moais de menor valor.


Jugando en Rapa Nui.
Es también clave saber cuándo aprovechar los peones de las otras tribus: si alguien ha formado una cadena para transportar un tocado, por ejemplo, puedes usar tus propios peones en otras labores y aprovechar la cadena formada para mover un tocado tuyo, con el inconveniente de los puntos de victoria que concederías entonces a las tribus rivales.
En definitiva; Giants es un juego de estrategia con múltiples opciones, reglas exigentes pero para nada complicadas y duración moderada. ¡Recomendable!

Más Fits, de Reiner Knizia (Ravensbuerger España)

Que se preparen en Barcelona, que les mandamos a Ramón (¡hasta pronto, amigo!)










¡Nos jugamos!