Dejar ganar al jefe.
Hace años que sabemos que Mark Zuckerberg, ejecutivo fundador de Facebook y presidente dela actual Meta, tiene gusto por los juegos de mesa en general y por el CATAN de Klaus Teuber en concreto (por ejemplo).
Sarah Wynn-Williams fue directora de política global de Facebook entre 2011 y 2017. Ahora ha publicado el libro autobiográfico Careless people: A cautionary tale of power, greed, and lost idealism en el sello Flatiron Books de la editorial Macmillan.

En su libro Careless people (Gente desconsiderada) la ex-ejecutiva de Facebook relata su vida en la compañía, como dice en el subtítulo en "un cuento con moraleja sobre poder, codicia e idealismo perdido".
De los entresijos del libro, la historia particular que nos interesa aquí es cuando Sarah Wynn-Williams cuenta como en un viaje a Indonesia en 2014 diversas personas de la compañía jugaban con Zuckerberg una partida a CATAN. Los empleados dejaron de robar o molestar a Zuckerberg en la partida: "A medida que avanzaba la noche, quedó cada vez más claro que la gente estaba dejando ganar a Mark".
Ella protestó en un momento ante una jugada realmente mala, en vez de jugar contra los intereses del jefe. Recibió silenciosas miradas fijas del resto de rivales. Preguntó a Zuckerberg si realmente quería ganar así, pero él se mostró sorprendido. La acusación quedó en el aire, enrareciendo el ambiente en la mesa hasta el final.
El también ex-ejecutivo Dex Hunter-Torricke, presente en la partida, ha declarado (Vía Business Insider) que la versión de Sarah se queda corta. Zuckerberg buscó alinear a otros jugadores para que su victoria fuese rápida, incluso comentando estar cansado y que quería irse a dormir pronto. Hunter-Torricke era quien mejor podía rivalizar para ganar la partida, pero Zuckerberg tuvo aliados contra él para facilitar su victoria: "Esta es en realidad una historia mucho mejor que muestra su crueldad".
Diversos medios de comunicación se han hecho eco de esta y otras anécdotas del libro.
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¡Nos jugamos!