La autora de juegos denunció la precariedad laboral femenina vendiéndose a sí misma al mejor postor.
Una joven esclava estadounidense, así se auto-presentaba Elizabeth J. Magie cuando publicó un anuncio en la prensa de Chicago (USA) en 1906.
Anuncio en prensa de Lizzie Magie en 1900, buscando trabajo como experta mecanógrafa.
Evening Star (3 diciembre 1900)
Cumplía entonces los 40 años, soltera e independiente. Ya había escrito un libro de poesía y varios relatos, era activista política en favor del impuesto único gerogista, participaba habitualmente acciones sociales, había patentado un sistema de retroceso para máquinas de escribir, tenía otra patente de un juego y ya había publicado otros juegos de mesa. Ese mismo año de 1906 cofundaría la empresa Economic Game Co. para publicar comercialmente su juego patentado, The landlord's game -cuyas primeras huellas descubrimos recientemente (The Single Tax Review) y que como sabemos llegaría a ser conocido mundialmente años más tarde con el nombre de Monopoly, fuera de su control.
Lizzie tendría algún ingreso menor por sus trabajos creativos y juegos de mesa publicados, pero su trabajo como estenotipista recién llegada a Chicago, de 10 $ semanales de salario, era indigno para vivir. Quiso denunciar la desigualdad del sueldo y del trabajo de las mujeres, e incluso de personas de otras etnias que no fuesen hombres blancos. La sociedad estaba ciega ante la injusticia creada por el capitalismo dominante.
Lizzie Magie compró un espacio en la prensa para anunciarse como esclava en subasta.
En el anuncio que publicó se ponía en venta al mejor postor, hablando de sí misma en 3ª persona como una "joven mujer, esclava estadounidense, inteligente, educada, refinada; sincera, honesta, justa, poética, filosófica; de mente abierta y gran espíritu -y totalmente femenina". Se describía como una pequeña "morena, grandes ojos gris-verdosos, sensuales labios, espléndido dientes, no bella pero muy atractiva, con carácter y fuerza (...)".
Sobre su edad, "bueno, no es muy mayor, pero tampoco ha nacido ayer", decía.
Y continuaba describiendo el artículo en venta, ella misma, según diversos aspectos vitales:
"Temperamento artístico, cálida, de corazón generosa, amable (...) a veces llena (...) de vivacidad; y otras calmada, (...) pensativa, o quizás venida abajo con pesar por la injusticia y las miserias de las criaturas compañeras de este mundo"
"Puede apreciar una buena historia y también contar alguna (...) y al mismo tiempo es sinceramente religiosas -que no pía"
"Con vívida imaginación (...), estudiante de psicología y posee un inusual poder interior"
"No sabe coser nada -pero puede diseñar un original vestido.
"No distingue un filete de una chuleta (...) (en la carnicería), pero puede comerse una estupenda cena y hacer a todo el mundo presente feliz."
"A duras penas puede sumar una columna de números sin equivocarse -pero puede escribir una buena historia"
"Por fuerza de las circunstancias y falta de oportunidades ha pasado la mayor parte de su vida como estenotipista en un rutinario, monótono, mecánico puesto de trabajo en oficina. Ella es una estinotipista de escándalo, pero la estenotipia es un infierno."
"Ha estado enferma y con mala suerte desde que busca una oportunidad (...) para sus versátiles talentos. (...) Desea ropa interior de seda pero lleva camisetas de 10 centavos y las lava ella misma (...)"
"Son tiempos difíciles para un hombre, pero son diez veces peor para una mujer."
Y concluye con certera puntería irónica:
"Esta joven mujer, en resumen, al ofrecerse a sí misma en venta, no está haciendo nada más que lo que cientos de mujeres hacen cada día. No hay nada inusual excepto, tal vez, que en este caso la esclava ha dado una consideración extraordinaria sobre su condición y a la causa de ella, y en vez de ofrecerse a sí misma privadamente, lo hace tan abierta y públicamente con la esperanza de conseguir un precio más elevado del que hubiera obtenido en una venta privada. Más allá de esto, ella tiene mucha curiosidad en saber cuál será su valor de mercado correspondiente a una esclava estadounidense de su cualificación según los dueños estadounidense de los privilegios."
El texto completo de su anuncio:
Lizzie Magie se burlaba con ironía del matrimonio como única salida para que una mujer prosperase.
El texto tiene intenciones de denuncia social y no describe exactamente a Lizzie, pues deja al margen aspectos fundamentales de su vida como su afiliación política georgista, o el hecho de ser creadora de juegos de mesa (con juegos ya publicados en ese momento).
Su más íntimo verdadero anhelo sería dedicarse a la creación cultural, de hecho tenía algún juego de mesa en desarrollo. Así lo dejaría ver en entrevistas posteriores.
La repercusión de su acción fue mayor de lo que Lizzie esperaba, pues su anuncio llamó la atención mediática y apareció repetidamente en prensa de todo el país durante las siguientes semanas.
Podemos consultar un buen número de artículos de periódicos de muchas partes de Estados Unidos que hablan del anuncio de Lizzie, que la entrevistan, y que debatían sobre su significado y consecuencias (Gracias principalmente a la Library of Congress de los Estados Unidos de América). La tendencia ideológica de los distintos medios es evidente en ocasiones por la forma en que trataron el tema.
En The Morning Astorian (11 octubre 1906) se tilda a Lizzie de vaga, irracional, y de "GUSTOS INADECUADOS":
BELLEZA A LA VENTA
El lujo real de la opulencia merece sacrificio.
(...)
En resumen, ella es un estrafalario caso para un psicólogo.
(...)
La señorita Magia niega ahora admitir que algunas ocultas intenciones sean responsables de su singular estallido
(...)
Otros periódicos también afirmaron que simplemente buscaba marido llamando la atención.
Sin embargo, por ejemplo en The Herald and News (19 octubre 1906) recibía buenas críticas:
Una chica para el mejor postor.
(...) Su proclamación es amarga, franca y respira un espíritu de rebelde protesta contra el sistema de trabajo y social.
(...) Su sincero y audaz texto (...)
(...) "Ahora he aquí la diferencia, he tirado los códigos por la ventana (...)"
Ambos periódicos son muestras de los distintos enfoques con los que el anuncio de Lizzie fue recibido en la sociedad estadounidense de principios del siglo XX.
En los artículos se habla repetidamente de Lizzie como una joven o chica, e incluso en algún periódico se le da la errónea edad de 24 años. En muchos casos, al hablar de Lizzie Magie se cita a la escritora Mary MacLane, apodada La Salvaje de Butte (Wild Woman of Butte -población de Montana), famosa en la época por sus exitosas memorias de juventud donde se declaraba abiertamente bisexual y feminista.
Gracias a sus diversas apariciones en la prensa, podemos seguir aprendiendo sobre los pensamientos de Lizzie.
En The Washington Post (artículos de 13 y 14 octubre 1906):
(...)
"No somos máquinas. Las chicas tienen mentes, deseos, esperanzas y ambiciones."
(...)
"Toda chica desea tener ocio."
(...)
"Esclava blanca vende sencillamente su misma mente"
The Washington Times (14 octubre 1906)
Del The Topeka State Journal (13 octubre 1906):
Chica en venta.
(...)
Una educación de 10.000 $ y un salario de 10 $ a la semana son sus posesiones
(...)
Durante los siguientes días aparecieron publicadas varias entrevistas a Lizzie Magie, que fue contando sus intenciones y los miles de cartas que recibió en respuesta a su anuncio.
(...)
"Yo decidiré qué es la mejor puja. (...) 100 $ por un trabajo creativo (...) es mejor que 100.000 $ por algo más personal."
(...)
Recibió ofertas muy variadas, como una de 150 $ para posar como fenómeno en un museo. O precisamente 100.000 $ por ser la pareja de un hombre. O el regalo de un viaje por Europa. Y muchos mensajes inapropiados.
"Miss Elizabeth Magie y algunas de las miles de cartas que ha recibido"
The Evening World New York (24 octubre 1906)
En un sobre en el que escribió "La puja más alta", una pareja anciana de Wisconsin le ofreció cama y comida en su hogar, donde solo tenían un piano y una buena biblioteca, para que ejerciera su creatividad, escribiera o hiciera lo que le gustara. Lizzie publicó en la prensa la agradecida carta de respuesta que les envió (The Evening World - 18 octubre 1907).
Pero Lizzie en general se quejaba de cómo su intención había sido maltratada por muchos medios.
En The National Tribune (18 octubre 1906), se escribe que Lizzie cobra lo que es normal por su trabajo y que sus quejas son falsas:
(...) Expresa una total ausencia de armonía con las condiciones de la vida moderna. La señorita Magie, como otras muchas mujeres, ha entrado en el rango de los trabajadores, y protesta con orgullo que no quieren favores y ayudas, salvo lo que se haya ganado honradamente. (...) Ella probablemente dirá, como otras mujeres ambiciosas, que trabajará como lo haría un hombre joven de su misma edad. En vez de hacer eso, a las primeras de cambio comienza a clamar por cosas que su hermano trabajador no esperaría a su edad (...) Su hermano (..) habría prescindido de flores, teatros y otros lujos hasta que pudiera permitírselos (...) Su situación es la misma, si no mejor, que la de miles de hombres que han entrado a trabajar (...) y llegarán a ser líderes. Eso lleva años del más duro trabajo (...), con todo tipo de limitaciones mientras tanto, para que el hombre llegue a un puesto en su profesión que le permita ocio y lujos.(...)
La clase trabajadora no sale bien parada. Para el pensamiento conservador además las mujeres no pueden quejarse, en tiempos de muchas limitaciones sociales y legales, por ejemplo la ausencia de derecho al voto (que llegaría en 1920 para las mujeres en los USA) -y sería peor todavía si no se era mujer blanca.
Las mujeres tenían vetado el acceso a muchas formas de entretenimiento y muchos puestos de trabajo, mientras ser estenotipista era un oficio típicamente femenino.
Una de las buenas respuestas que obtuvo Lizzie fue una oferta de empleo de Upton Sinclair, un editor de New York.
En The Evening World de New York (18 octubre 1906) se anunciaba que habían contratado a Lizzie como escritora:
Elizabeth Magie, la joven mujer que escribirá (...) para salvar a las mujeres trabajadoras de la miseria bajo condiciones sociales. Encuentra muchos apoyos.
La rebelión de las chicas comienza con una necesaria cruzada
(...)
Muchas respuestas al anuncio de Miss Magie
La brillante joven mujer recibe respuestas a su famoso anuncio para vender sus talentos.
(...)
En The Washington Times (22 octubre 1906) Lizzie es entrevistada por un hombre periodista (sin identificar):
(...) Supongo que serás como el resto. Todos los hombres periodistas quieren la historia de mi vida y cuando se la doy, la arreglan para adaptarla a lo que quieren. ¡Oh, he sido cruelmente malinterpretada por los periódicos. (...) Y bueno, ¡aquí estoy!
(...)
No he perdido la fe en el mundo tras toda mi aventura -y respuestas he obtenido a montones.
Al día siguiente de enviar mi anuncio y antes de que se publicara, ya tuve la primera respuesta. Fue en forma de un reportero del periódico que creía creía que yo estaba loca. (...) Le recibí en mi casa y sin una palabra entró y me miró fijamente. "¿Ha venido alguien a verte antes?", me preguntó. "No", le contesté retirándome de él (...) "Bien, no dejes nadie pasar por esa puerta hasta que hayamos acabado", me dijo nerviosamente. Yo empezaba a creer que estaba un poco loco y pensaba pedir ayuda cuando me soltó que era un reportero. No puedes imaginar como de irresistiblemente hilarante fue la situación. Ambas personas creíamos que la que teníamos enfrente estaba loca.
(...)
Quien escribe la noticia cita la risa suave y musical de Lizzie. La entrevistada muestra una maleta llena de cartas de respuesta, "y cada día llegan más". En la misma noticia Lizzie habla de un nuevo empleo como periodista y la narración de la entrevista finaliza con ella, en compañía de su hermano, tomando un tren hacia la estación para tomar el tren rumbo a New York.
Y así, solo unas semanas después de su anuncio, Lizzie firmó para Press Publishing Company una serie de artículos de opinión titulada "Girl slaves of a great city" (Chicas esclavas de una gran ciudad). Sus artículos fueron publicados en varios medios a través de esa agencia.
En The Evening World de New York (22 octubre 1906):
Mujeres trabajadoras de todo el país simpatizan con Elizabeth Magie por su ayuda para poner de relieve su esclavitud.
La valiente joven escucha a otras que sufren las condiciones que la desesperaron a ella, pero que carecen del valor necesario para desafiar las convenciones.
(...)
"Chicas esclavas de una gran ciudad" piden ayuda a Miss Magie que las salve del sistema.
Pujando por una chica esclava.(...)
St. Louis Dispatch (24 octubre 1906)
En The Evening World de New York (25 octubre 1906):
(...)
Chicas, mi consejo es que penséis -pensad seriamente en la condición en la que os encontráis. Si no estáis haciendo las cosas que más os gustan, entonces no sois libres; sois esclavas. Si hay algo que penséis que podéis hacer, mejor que lo que actualmente estéis haciendo -algo que deseáis más que lo que ahora tenéis-, entonces no os quedéis sentadas en complaciente sumisión, poneos el gorro de pensar, ¡y REFLEXIONAD!
(...)
En The Evening World de New York (27 octubre 1906):
Miss Elizabeth Magie habla a las vendedoras y tenderas como la ambición de ascender en la escala social es sofocada.
(...)
Si una chica siente que debería protagonizar "Cleopatra", no va cantar canciones alegres mientras friega los platos. Sio una chica quiere salir al campo y pintar la gloria de un atardecer de verano, no estará muy contenta de poner buena cara mientras hace cuentas en una oficina. Si una mujer quiere conocer culturas (...) extranjeras, no le hará particular emoción el modo en que debe hacer las camas en un hotel de carretera.
(...)
Se anunció como una serie de 12 artículos, pero solo hemos conseguido recuperar estas primeras entregas (y desconocemos si se llegaron a publicar más).
En reacción, el foco de la prensa no dejó de centrarse en Lizzie, haciéndose eco de sus artículos y sus diversas entrevistas. Hubo artículos en la prensa durante meses y el anuncio de Lizzie Magie fue recordado por muchos años.
Noticias sobre Lizzie en noviembre y diciembre de 1906.
En el The Lake County Times de Hammond, Indiana (19 de marzo de 1907):
(...)
La Srta. Elizabeth Magie, la bonita y talentosa chica de Chicago que recientemente saltó a la palestra ofreciéndose a sí misma en venta, dijo el otro día en un discurso ante un club de chicas:
"Os aconsejo a todas que seáis mujeres nuevas. Os insto a no prestar atención a las burlas sobre las mujeres nuevas que continuamente pronuncian esos hombres.
(...)
Lizzie dijo nunca arrepentirse de su anuncio en el periódico como acción social de protesta, pese a no haber sido todo lo bienvenido que hubiera deseado. Su activismo social y compromiso estuvo presente en toda su vida y también en su obra lúdica.
The Washington Times (14 abril 1907)
Pese a estar olvidada durante años, actualmente la autora Lizzie Magie aparece en los estudios sobre historia de los juegos de mesa (por ejemplo), su autoría sobre el Monopoly es un hecho, es incluida en salones de la fama lúdicos (por ejemplo en Dau), y ella misma es reconocida en su población natal de Macomb donde el día de su nacimiento, 9 de mayo, se celebra como una fiesta.
Cuando Lizzie publicó tres juegos de mesa con Parker Brothers a finales de los 1930s, exigió que apareciera su nombre en las portadas -Toda una adelantada.
Y aunque estaba casada con Albert Phillips desde 1910, no renunció a su apellido y firmaba como Elizabeth Magie (Phillips), como aparece en sus juegos de mesa de entonces (Téngase en cuenta que lo habitual en los USA, todavía hoy en día, es que el apellido de la mujer desaparezca al casarse, tomando únicamente el del esposo).
En el censo estadounidense de 1940, Lizzie declaró la profesión de "Creadora de juegos".
Admiramos a Elizabeth Magie (9 mayo 1866 - 2 marzo 1948).
¡Nos jugamos!
