A veces una mala historia tiene final feliz. Incluso para el profesor Moriarty.
La figura del autor de juegos no ha estado reconocida históricamente. La mayoría de juegos populares socialmente tienen un origen desconocido (Ajedrez, Parchís, etc.), o bien los creados en el siglo XX no están acreditados convenientemente y sus autores no son conocidos como sus obras (Monopoly, de Lizzie Magie; Scrabble, de Alfred Mosher Butts; Risk, de Albert Lamoroise; etc.).
En Alemania surgió el movimiento que propugnó por el reconocimiento de los autores de juegos, marcado por el Manifiesto Posavasos en 1988. La mejor relación entre creadores y editoriales de juegos de mesa ha sido uno de los pilares que han hecho que el sector esté atravesando una nueva época dorada en la actualidad.
Aun así ocasionalmente se dan problemas lúdico-editoriales todavía hoy en día, lo que puede verse agravado por la falta de legislación específica que proteja a los autores de juegos y sus creaciones.
En los últimos tiempos ha sido notorio el desencuentro del autor Donalld X. Vaccarino con Queen Games por un retraso injustificado en los pagos y la publicación de la tercera expansión de su juego Kingdom Builder (que se resolvió favorablemente para ambas partes); o la polémica entre al autor Martin Wallace y la compañía Eagle Gryphon Games por la posesión de los derechos de su juego Brass (que finalmente acordaron pertenecían exclusivamente al autor).
Hace unos años os presentamos a Jay Moriarty, autor de juegos de mesa en los 1970s.
Con su apellido (de villano) llama la tención que en 1975 crease 221 B Baker Street The Master Detective Game, un juego con Sherlock Holmes como protagonista que es precursor de juegos deductivos posteriores.
1ª edición estadounidense y 1ª edición británica.
Desde aquellos años Jay Moriarty estuvo prácticamente apartado del mundo de los juegos de mesa, aunque precisamente su último juego, 221 B Baker Street The Master Detective Game, ha seguido siendo reeditado junto con varias expansiones por John N. Hansen Co. Inc. en USA y por Gibson Games en UK (auqnue no en canales habituales de distribucion de juegos de mesa modernos). Jay siguió trabajando el medio televisivo y cinematográfico, también dando clases de guion en la Universida de California, así que podemos llamarle con propiedad profesor.
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Antes de que nos visitara en persona con motivo del Festival Intenracional de Juegos de Córdoba 2014, hicimos una entrevista a Jay Moriarty. Le preguntábamos entonces por la versión brasileña de su juego detectivesco, aparentemente exitoso en ese país desde hace décadas pues ha sido publicado en repetidas ocasiones por la editorial Grow Jogos e Brinquedos y permanece a la venta en su catálogo con el título de Scotland Yard.
La sorpresa de Jay Moriarty fue mayúscula. El autor no sabía que su juego estaba siendo publicado en Brasil y menos durante tanto tiempo.
A todas luces se trataba de versiones no autorizadas (Jay controla en persona la publicación de sus juegos con el nombre empresarial de Antler Productions).
Jay quiso seguir investigando el tema. Gracias a varios contactos lúdicos brasileños le ayudamos a conseguir alguna copia del juego de Grow Jogos. Pese a las imágenes, vídeos y reseñas que dejaban claro que se trataba de una copia, Jay se resistió a creerlo hasta que tuvo un ejemplar brasileño en sus manos. El juego es el mismo, con componentes similares, modificando lógicamente los juegos lingüísticos de las pistas para adaptarlos al idioma portugués (brasileño).
El siguiente paso fue poner en contacto a Jay con la compañía Grow Jogos. Esta gran empresa fundada en 1972 tiene larga tradición en Brasil, donde se ha ido adaptando a los tiempos, de juguetera tradicional a también publicar hoy en día juegos de mesa modernos internacionales.
Tras intercambiar varios mensajes entre ambas partes, quienes entonces dijeron sorprenderse fueron los actuales dirigentes de Grow Jogos. El juego Scotland Yard es un éxito para ellos, se publica desde hace casi 40 años en Brasil, y pensaban que era un juego de creación propia de la compañía en aquella época. No sabían que se trataba de una versión de un juego ya existente más allá de sus fronteras (Y nunca se habían preocupado por acreditar la autoría). Jay les envió una copia de su juego original para demostrar su reclamación.
Aquí hay que decir que Grow Jogos al menos reaccionó de buena manera reconociendo su viejo error editorial y han llegado a un acuerdo con Jay Moriarty.
El autor del juego va a recibir el pago en sucesivos plazos de sus correspondientes derechos de autor de forma retrospectiva desde al primera edición del juego en Brasil en 1979. Hasta el propio Jay Moriarty se impresionó por la gran cantidad de unidades de su juego vendidas en Brasil en estos años, con una facturación total que sobrepasa los veinte millones de reales brasileños (más de diez millones de euros - El juego es todo un clásico multiventas de éxito en Brasil, y su autor ni lo sabía).
Además las futuras ediciones del juego, que se sigue vendiendo en Brasil, serán publicadas bajo un contrato establecido entre la editoprial y Jay Moriarty que cobrará de forma normal el porcentaje económico acordado como autor. Ambas partes incluso tuvieron una cita en la Licensing Expo 2015 (en Las Vegas) para tratar el tema en persona.
Si alguien de Grow Jogos copió el juego en 1979 (esto no fue un flagio, sino una versión ilegal), la reacción de la moderna compañía ha sido muy correcta.
En su web pueden leerse algunos valores de la empresa:
Bien por (la actual) Grow Jogos.
El juego Scotland Yard se seguirá vendiendo en Brasil publicado por Grow Jogos y el autor será reconocido y recompensado adecuadamente.
Un final, con continuará, inspirador. El profesor Moriaty puede estar contento.
¡Nos jugamos!
Epílogo:
La historia en Brasil puede haber acabado bien y continuar con un mejor capítulo. Pero en Argentina hay otra trama de argumento similar sin cerrar.
221B Baker St.: Sherlock Holmes & the Time Machine es otro juego de Jay Moriarty. Es una versión de 1996 del antiguo 221 B Baker Street The Master Detective Game pero con el detective resolviendo casos en distitntas épocas temporales gracias a la máquina del tiempo de H. G. Wells.
Precisamente en su nueva relación Grow Jogos también ha acordado con Jay comenzar a publicarlo proximamente en Brasil, ¡otra buena noticia para el Profesor Moriarty!
El juego original publicado por John N. Hansen en 1996.
Cuando conocimos a Jay Moriarty, en nuestra entrevista también le preguntábamos por la versión argentina ya existente de ese juego.
En Argentina el juego se titula Sherlock Holmes & la máquina del tiempo - El Gran Juego de Detectives y fue publicado por ToyCo en el año 2000.
El autor Jay Moriarty tampoco conocía que existiese ese juego.
La versión argentina, de nuevo una versión pirata no autorizada, tiene hasta las mismas ilustraciones, idéntica portada, y en resumen es el mismo juego que el publicado en inglés por Hansen adaptado al castellano (argentino) - pero con componentes, aunque en apariencia similares, de peor calidad.
En este caso la respuesta de ToyCo no ha sido satisfactoria y la compañía elude cualquier responsabilidad.
ToyCo tiene solo presencia en Argentina pero es conocida a nivel mundial por las editoriales de juegos debido a su práctica habitual de copiar descaradamente juegos de mesa internacionales.
Jay Moriaty está dispuesto a seguir adelante con el tema y si en el futuro hay novedades, aquí las contaremos.
Por nuestra parte próximanente vamos a dedicar un artículo a las actuaciones históricas de ToyCo en Argentina.
¡Nos jugamos!
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