Por culpa de una tarjeta de memoria estropeada (pero de la que finalmente ha sido posible recuperar casi todas las fotos), nuestra crónica llega con algo de retraso. Hace ya un par de semanas, Sonso y Jesús estuvimos jugando en una costa de corsarios.
Para conocer un poco más de Roberto Fraga, os recomendamos la interesante entrevista que le realizamos el año pasado con motivo de su visita a Córdoba en 2006, y su web oficial Fragames (en francés).
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En la web francesa Tric-Trac se puede leer una crónica de estas jornadas del año pasado, y ver muchas fotos - auqnue la localización de este año es diferente.
La señal lo deja claro.
El documento de agradecimiento a las compañías que habían prestado su colaboración.
Las distintas editoriales de juegos y los autores invitados habían aportado un buen número de juegos de mesa nuevos, que estaban expuestos en una sala del entresuelo: la sala de regalos - Durante el Corsario Lúdico, se celebraron diversos concursos. Las personas que ganaban un concurso, podían entrar en la sala de regalos a escoger un juego. A última hora del último día, el resto de personas podrían elegir un juego entre los que quedasen.
Con el paso de las horas de cada día, la sala de regalos se fue vaciando - nadie sale del Corsario Lúdico sin su regalo de un juego nuevo.
Ya era el momento de empezar a jugar.
Si teníamos que empezar por algún juego, tenía que ser Mont Saint Michel, de Johann Rüttinger & Kathi Kappler, editado por Drei Magier Spiele.
La abadía del Monte Saint Michel es uno de los monumentos más importantes de Francia. Está enclavada en un monte antiguamente llamado Tumba, que cuando sube la marea se convierte en un islote en el mar, mientras que con marea baja es posible alcanzarlo caminando por tierra firme (Hoy en día hay una carretera insumergible que llega hasta él). Desde nuestro albergue y en los momentos de atmósfera clara, se podía divisar a lo lejos el monte Saint Michel. Pocos días después pudimos visitar el lugar, y es sin duda impresionante (y un lugar pefecto para jugar a El Misterio de la Abadía en vivo).


Mont St. Michel, el juego de mesa, es un juego de deducción sobre un tablero que representa un mapa de la abadía maravilla. Hay que ir tratando de conseguir las hojas de un valioso libro antiguo que están repartidas por la abadía. Distintos monjes se mueven por las diferentes localizaciones - cualquier persona puede mover cualquier monje, y al principio del juego nadie conoce la identidad secreta de cada uno (¡ni la tuya propia!). Cada monje esconde en su interior un papel con el nombre de la persona que representa, distribuidos al azar al principio de la partida - así que ni siquiera sabes cual es tu propio monje en la abadía al comienzo del juego.
Los monjes se mueven por la abadía, recuperando páginas del libro desaparecido de diferentes valores según su estado de conservación. Hay maneras de poder mirar el papel dentro de alguno de los monjes, y de ir deduciendo qué saben los otros jgadores según sus acciones.
Al final de la partida, se descubre la identidad de todos los monjes, y se recuentan las páginas que ha recuperado cada monje. La victoria, es para la persona cuyo nombre esté escrito en el papel secreto del monje que más y mejores páginas del libro desaparecido haya recuperado.
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El momento de la divertida confusión: ¡Quien tiene un barco de casco rojo y velas amarillas!
Las cinco primeras personas en alcanzar su barco destino, fueron las primeras en entrar en la sala de regalos a escoger su premio.
Roberto comprueba que tenemos una primera ganadora...
...y ya tenemos a las cinco afortunadas.
Para nosotros, sin saber hablar francés, el idioma lógicamente dominante en al albergue, estos juegos eran algo difíciles, pero siempre muy divertidos, eso seguro.
Bascu y Sonso - Do you parlais français?
Tras el juego de Santy Anno y la recogida de premios, se dipuso una cena con vistas al mar en el exterior del albergue.
Oriol debía recibir de manos de Matthieu d'Epenoux (el jefe de Cocktail Games) un ejemplar de su nuevo juego Papillons, el primer ejemplar de fábrica.
Una colección completita de Cocktail Games.
Pero Matthieu había perdido el juego - lo había sacado para jugar en un bar y sólo le habían devuelto la caja. Bueno, tal vez sea señal de que a alguien le gustó mucho el juego. Oriol recogió su pequeña caja de lata vacía.
Oriol y Robert con Las Baldosas de Gaudí (de Oriol y Jep Ferret)
Y había que jugar. Y hasta altas horas de la madrugada, eso se hizo.
Con el fresquito marinero de la noche, las partidas se trasladaban al interior.
Roberto Fraga, Bascu, Oriol, PerePau... - jugando a Café Race (de Fran Garea) - También hubo juegos españoles en la fiesta - y en la sala de premios.

Algunas de las muchas espectaculares creaciones de Bernard Tavitian (autor de Blokus)
Los últimos resistentes a altas horas de la madrugada, con Cro-magnon - un juego de mímica y gritos muy ruidoso.
Hora de dormir un ratito, que a la mañana siguiente, bien temprano, había desayuno para prepararse para la gran prueba del Rallye por la ciudad de Cancale.
El cartel del Festival de Juegos de Mesa Córdoba 2007, expuesto en el Corsario Lúdico.

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Sábado por la mañana, desayuno - Roberto animó a que fuéramos recibidos con cierta guasa y aplausos por lo temprano de la hora (Nada de horario español - decía).
La gran actividad del sábado por la mañana era el Rallye turístico-lúdico por Cancale. Para poder defendernos en la prueba, al equipo de españoles se nos unió Robert, nuestro amigo del Quebec - él y Oriol serían quienes se manejasen con el idioma francés.
El nombre de nuestro equipo: QUE CATAN! (expresión con significado lúdico evidente), formado por integrantes de QUEbec, CATaluña y ANdalucía :-)
A cada equipo se le entrega un cuestionario con diversas preguntas, un mapa guía de la ciudad de Cancale con algunas indicaciones de ayuda, y un rollo de papel higiénico.
Desplazándonos en coche, llegamos a Cancale, una pequeña localidad con toda su historia y su cultura volcada en el cultivo y la producción de ostras - las costas de la región están plagadas de criaderos de estos moluscos.
Las playas con marea baja, dejando los criaderos de ostras al descubierto.
El cuestionario del Rallye te obligaba a visitar los principales enclaves y monumentos de la ciudad, mezclando preguntas culturales para indagar en la historia local, con pruebas más alocadas (con ese punto Roberto Fraga).
Junto al faro de Cancale, había varias cosas que hacer.
Una de las pruebas consistía en realizar 4 fotos, cada una con un motivo...
- 1ª foto: Momia en el faro.
Así comprendimos la utilidad del rollo de papel higiénico.
Otros grupos también hicieron sus montajes egipcios:
- 2ª foto: Ostras en la playa
- 3ª foto: A los pies del caballo ("Au pied d'cheval" resultó ser un conocido bar del paseo marítimo)
- 4ª foto: Tapecul (Expresión francesa con un significado literal, pero que también nombra a la última vela de los barcos típicos de la región)



Solicitando la ayuda de los ciudadanos de Cancale para resolver algunas cuestiones.
Encontrando una calle con nombre muy apropiado: Rue des Jeux (Calle de los Juegos)
Parte del equipo QUE CATAN!, descansando.
Algunas pruebas nos llevaron a descubrir algunas de las preciosas tiendas de Cancale, como esta exquisita pastelería (de película).


Al llegar al final, la mujer debía usar la sarten para servir una tortilla bretona en el plato dal hombre, dando una vuelta en el aire...
... una torta que debía ser comida (tras sacudir un poco la crujiente arena de playa acumulada)
Mientras, la mujer servía un vaso de sidra, que debía ser bebido tras tragar el creppes.
Al beber la sidra, el cronómetro se detenía - otorgándose puntos a los equipos más veloces.
De esta experiencia (caída incluida), hay un vídeo en algún lugar de Barcelona... ¿Lo veremos, Bascu?
También tenemos imágenes de las tribulaciones de otros equipos:
Los árbitros y el público.
Eso es velocidad.
Un estilo diferente de montar en carretilla.
Cogiendo la sartén.
Roberto, supervisando los acontecimientos.

Resulta que en tras la comida, había que fregar los platos de todos los comensales - y cada vez un grupo de afortunados se encargaba por sorteo de la labor - a cambio e una visita a la sala de los juegos de regalo.
Friegaplatos del almuerzo del sábado.
Además en cada mesa había un sobre con un nuevo reto: el tesoro de Port-Piquant.
Dentro del sobre, que sólo se podía abrir a los postres, había una porción de un mensaje roto en diferentes pedazos. Había que recopilar los trozos, completar la imagen y el texto, leer enotnces un número teléfonico y unas palabras clave...
Llamando al número teléfonico, y si la clave pronunciada era correcta, el Capitán Proof (el personaje que contestaba en el número de teléfono secreto) te invitaba a un paseo en bote por la cala del albergue.
Con unas fotos de la costa como referencia, había que localizar, en el menor tiempo posible, una boya concreta en el mar en la que se guardaba un tesoro con la clave final. De la boya colgaba bajoel mar una bolsa con objetos que eran una adivinanza en sí mismos: Todos los objetos tenían nombres que empezaban por B - la letra que era la respuesta final.

Para comuniarnos los resultados del Rallye, se preparó una merienda - y como no podía ser de otra manera, con un nuevo juego made in Roberto Fraga.
Los organizadores preparando la merienda.
Primero nos ofrecieron un vaso de zumo - El vaso ocultaba un mensaje, pero aparentemente no se veía nada. Las cinco primeras personas en encontrarse con el mismo mensaje en sus vasos, recibirían su premio de la sala de los regalos.
Esta vez hubo suerte y buen saber hacer: Sonso resultó ganadora junto con cuatro personas más, las más rápidas en reunirse gracias a su ¡CRAC!.
El premio escogido en la sala de regalos fue Ruhmreiche Ritter, el juego de caballeros, laberintos y memoria a ciegas de Roberto Fraga y Odet L´Homer. - Dado que ambos autores estabán allí con nosotros, el juego acabó dedicado, firmado y autografiado.
¿Y nuestro resultado en el Rallye?: Un honrosísimo 4º puesto (del total de 15 equipos). ¡Al borde del podium! - Tiene más más mérito teniendo en cuenta las dificultades y barreras que nos supuso el idioma francés :-)
El equipo QUE CATAN!, más contento que tó.

Han sido muchos los prototipos que hemos probado estos días de Corsario Lúdico.
Uno de ellos, fue una especia de wargame en fase de prototipo inicial con curiosos sitemas de combate,diseñado por Odet L´Homer - una tercera parte de The French Connection junto con Roberto Fraga y Matthieu d'Epenoux (cabeza dirigente de Cocktail Games). Estos amigos han diseñado varios juegos en el pasado, y aún tienen asuntos pendientes juntos.
Odet L´Homer y su prototipo.

Los 4 playteser (incluyendo un representatnte de Ravensburger) y el autor.
Matthieu d'Epenoux con la mano en la cabeza.
A la hora de la cena (a temprana hora europea), nos esperaba carne y ratatouille (fue simpático comer este plato típico francés tras haber visto la película de Brad Bird recientemente).
¿Sabéis a que mesa le toco limpiar los platos esta noche?
Tras la cena, más prototipos y más juegos.
El amigo PerePau también tenía su propio prototipo: Rapa-Nui - con temática inspirada evidentemente en la isla de Pascua.

Acabamos la partida en pie y analizando cada movimiento.

Los principales anfitriones, Flo y Roberto, en un rato tranquilo de charla con nosotros.
Había sido un día largo de juegos y peripecias, y en la madrugada sólo los más resistentes seguían jugando.
Con la cosa más tranquila, fue el momento para probar alguno de los prototipos de Robeto Fraga - alguno de ellos con un punto bien loco: ¿os imagináis un juego a lo Jungle Speed aunque con fotos de Roberto haciendo gestos (incluyendo cortes de mangas) y emitiendo sonidos raros?.
Después los anfitriones se despidieron para ir a dormir, que a la mañana siguiente había actividades desde bien temprano de nuevo.
Tras decir bon nuit, jugamos a un prototipo ciclista - del que ya hablaremos en el futuro.
Nota: Otros - como Bascu - no se atrevieron a enseñar su propio diseño original de juego de mesa (por muy abstracto que sea), que finalmente no salió de su caja venida desde Barcelona... ¡nos lo debes!
El sábado noche es el momento del póker, con todo un montaje profesional a cargo de Repos Production que duraría horas durante toda la noche. Son varias las personas del mundillo de los juegos de mesa allí reunidas con buena afición al póker. Se jugaban algo de dinero (20 €), no lo bastante como para ser preocupante pero lo justo para darle emoción - o eso decían ellos.

Se jugaba usando el Mexican Hold Poker, un conjunto de tarjetas que indican distintas versiones del póker. Así, cada mano se juega con un estilo diferente, dictaminado por una tarjeta elegida al azar.
La verdad, no sabemos cómo acabó la cosa y quién se erigió vencedor.
Nos apuntamos a jugar a un curioso juego, Heli Hopper de Helmut Hecht, con muy buena pinta pero sólo al principio. Todas las personas en la partida estuvimos de acuerdo en abandonar sin acabar la partida...
Hay que lanzar una peonza con alas (para que planee) a un palmo del tablero, y se avanza los puntos que indique la casilla en la que se cae, marcadas como agujeros en el tablero. Pero la mayoría de las veces la peonza acaba sobre el tablero fuera de agujero alguno, y poco se puede hacer contra eso (¿un tablero con zonas mejor delimitadas y sin tanto espacio que no vale para nada? - Los turnos pasaban sin más emoción. Una pena, porque es una buena idea, pero el juego está fallido.
Mejor cambiar rápidamente, que las partidas continuaban, y más prototipos aparecían...
La partida de póker continuaba, ya con algunos jugadores eliminados... - Pero era nuestro tiempo de ir a la cama si queríamos estar medianemente despiertos para el partido de Entrenadores Histéricos de la mañana siguiente.

Roberto da las explicaciones: hay que elegir un entrenador, que será quien de histéricas indicaciones a sus jugadores tratando de colocarlos según le indica una carta de jugada. No puede pronunciar algunas palabras, como adelante, atrás, izquierda, derecha... Cuando un entrenador cometa falta, debe dar una vuelta al campo mientras el equipo contrario sigue jugando.
Posado reglamentario de los equipos para los fotógrafos...

Cada equipo aguarda las indicaciones de su entrenador, sobre un cesped dividido habilmente en casillas del terreno de juego...
Cuando dos jugadores consecutivos están en su sitio, deben pasarse el balón y así se va avanzando.
Y cuando el último jugador remata a portería, tras comprobar que la situación de todo el equipo es correcta, hay que tirar el dado para marcar el gol.
Cuando el tanto sube al marcador (o no), continúa el partido.
Todo el mundo le había pillado el truco al juego pronto y el panorama era francamente entretenido.
Ganaría el partido el equipo que primero marcase tres goles.
Tras una jugada rápida con centro desde la banda, el equipo blanco remató por tercera vez a gol. Era el lanzamiento decisivo...
... que acabó con este resultado:
Victoria para el equipo blanco :-)
La afición, permaneció comentando las mejores jugadas:
El HysteryCoach en vivo resultó divertido de ver y seguro que también de jugar. Sin duda una muy buena idea que nos apuntamos - tal vez lo veamos en el futuro en Córdoba.

Durante el domingo el albergue se fue desalojando de personal - no en vano venían personas de toda Francia y Europa que debían emprender regreso.
Ya hemos comentado la variedad de prototipos, todos espectaculares, que presentaba cada día Bernard Tavitian - el autor de Blokus, un juego moderno de tremendo éxito comercial en todo el mundo.
Aquí podemos ver uno de sus prototipos al comienzo de la partida:
Con la partida avanzada - las piezas de madera tienen 4 caras combinando 3 colores. Cada cara sólo puede apoyarse en colores iguales:
Y cerca del final - el objetivo es que haya visibles las máximas caras de tu propio color:
Mirad y juzgad si no quedaban ganas de jugar:
Mientras se desarrollaba esta partida de Más allá de Tebas, de Peter Prinz, las carpas se iban desmontando a su alrededor...
La partida, lejos de abandonarse, se continuó jugando y se finalizó en la espléndida tarde bajo el Sol de media tarde.
Finalmente, llegó la hora del cierre. Poco más podemos decir que no se haya entendido ya en nuestros comentarios hasta este momento. Estas reuniones lúdicas son una experiencia única. Hay juegos y gente amable y entendida dispuesta a jugar. Autores y profesionales de las compañías editoras hablan sobre su trabajo y sus experiencias. Se prueban prototipos de todas clases, algunos tan atrrayentes que te hacen pronunciar esa pregunta de ¿De verdad no encuantras editor para esto?.
Además el Corsario Lúdico 2007 ha estado perfectamente montado por Roberto, Flo y el resto de sus amigos organizadores. Nuestra felicitación para tod@s ell@s, y muchísimas gracias.
Desde aquí también mandamos saludos a todas las personas que conocimos y con quienes compartimos un rato de conversación o de juegos, en especial a nuestro amigo quebacois Robert.
El viaje es largo, pero la bienvenida es cálida y el ambiente que crean los juegos a su alrededor, acogedor. Volveremos.
La próxima cita, Córdoba.
¡Nos jugamos!