Hanabi se escribe en japonés con los ideogramas de "flor" y de "fuego", es decir, su significado es "fuegos articifiales".
El juego Hanabi está publicado desde el pasado verano en Francia por la editorial Les XII Singes en una edición doble: Hanabi & Ikebana - se puede jugar a ambos juegos con la baraja de cartas y las fichas incluidas en la caja (Una caja por cierto de plástico transparente nada lujosa, pero es que esta pequeña editorial no está especializada en publicar juegos de mesa).
Ikebana es por otra parte el termino que denomina el arte floral japonés.
Las cartas del juego Hanabi & Ikebana simbolizan por tanto a la vez explosiones de fuegos artificiales (Hanabi) o flores de colores (Ikebana), según a qué juego se esté jugando. Los diseños de las ilustraciones son de Albertine Ralenti.
La baraja se compone de cinco palos con cartas del 1 al 5 (con todos los número repetidos excepto el cinco de cada color) y un palo extra de cartas multicolor.
Ikebana es un juego de cartas de bazas con mecánicas más habituales y menos original. La sorpresa se llama Hanabi.
En Hanabi las personas en la partida son artificieros pirotécnicos organizando colaborativamente una gran exhibición de fuegos artificiales japoneses.
El objetivo común es colocar en la mesa en orden las cartas de cada palo, comenzando por el número 1 y finalizando en el 5 - un Cinquillo nunca mejor dicho.
También se usan ocho fichas de Pistas de un color, y tres fichas de Vidas en otro color.
Dentro de cada palo (naranja, rojo, azul, verde y negro), la distribución de números es desigual: 1,1,1, 2,2, 3,3, 4,4 y 5. Es decir, en cada color el número 1 se repite tres veces, el 5 de cada palo es único y el resto de números está presente dos veces en el mazo de cartas.
Se baraja todo el mazo y se reparten boca abajo una mano de cartas a cada persona (cuatro o cinco cartas según el número de personas en la partida). Y aquí llega la primera agradable sorpresa porque cada persona sujeta su mano de cartas sin verlas (hacia afuera), pero mostrándolas a sus compañeras en la parida.
Para conseguir el objetivo común de colocar por orden las cartas de cada palo, una persona tien tres opciones en su turno: se puede jugar una carta en la mesa (empezando por le 1 de cada color y siguiendo por oren ascendente hasta el 5), se puede echar una carta a la pila de descartes (con cuidado de no descartar cartas imprescindibles), o se puede dar una pista a otra persona.
Una pista puede referirse a números o a colores y se deben señalar todas las cartascon una misma característica. Por ejemplo, se puede decir "Naranja" y señalar todas las cartas naranjas que tenga una persona en su mano. O se puede decir "4" y señalar todas las cartas de ese número que tenga una persona en la mano. Si se da una pista de forma errónea, la persona objeto de la información debe barajar todas sus cartas (perdiendo la información que tuviese) y se le debe volver a dar la pista de forma correcta.
Cada cual puede reordenar su mano de cartas (sin verlas) para recordar mejor las pistas y lo que se va sabiendo sobre la mano propia, pero en el futuro no se podrán recordar las pistas dadas con anterioridad ni recordar a los demás lo que se sabe. Hay que jugar honradamente y no dar más información de la justa, ¿pero que mérito tiene una victorai falseada?
Cuando se da una pista a ortra persona, se gasta una ficha de Pista. Sólo se pueden dar pistas mientras haya alguna de estas fichas disponibles.
Cuando se descarte una carta se recupera una de las fichas de Pista, que vuelve a estar de nuevo disponible, y se roba una nueva carta para completar la mano.
Al decidir jugar una carta, se debe avisar de esa intención y poner la carta sobre la mesa. Si la carta no sigue la progresión adecuada en su palo es una carta mal jugada y se pierde una ficha de Vida. Al tercer fallo, se pierde la partida.
Descartar una carta es otra opción en el turno, con cuidado de no hacerlo por ejemplo con un 5 pues son cartas únicas y eso supondría la imposibilidad de conseguir el objetivo. Y tampoco es una acción totalmente benigna porque se acelera el fin de la partida - al agotar el mazo de robo los fuegos artificiales deben estar completos.
Las reglas de juego contemplan que cuando se agoten las cartas, cada persona puede jugar una única carta más y finaliza la partida. El grupo de personas anota su puntuación en la partida sumando la última carta de cada color, según lo lejos que haya llegado cada palo (25 puntos sería la máxima puntuación al haber completado todos los palos). Cuando se jueguen sucesivas partidas, se puede comprobar la puntuación relativa de cada uno de los intentos. Pero al ser un juego colaborativo apetece tener un criterio que nos permita alcanzar el éxito o el fracaso y delimitar ambas situaciones claramente. Esto puede solucionarse de la siguiente forma: al finalizarse el mazo, se sigue jugando pero sin recuperar fichas de Pista y gastando una ficha (de Vida o de Pista) en cada jugada. Esto permite poder acabar cualquier partida (aunque una carta muy necesitada sea la última en robarse) y es responsabilidad del equipo jugando la partida el llegar al final con suficiente provisión de fichas.
En Hanabi la victoria es compartida, pero la derrota puede señalar a alguien... Líibrate de ese mal.
Las implicaciones estratégicas y tácticas de las sencillas reglas de Hanabi y la alta interacción entre las personas en la partida convierten el juego en una maravillosa experiencia.
Habría más detalles de los que hablar - la sutileza del orden de juego, la confianza en las pistas recibidas, la ayuda de la memoria, saber compenetrarse sin poder hacerlo explicitamente, saber deducir vienmdo las cartaen las manos de otras personas, la complicación del juego añadiendo un palo adicional (las cartas multicolor), el orden de las cartas en la mano de cada cual, el riesgo emocionante... - Pero nuestro claro consejo llegado este punto es que experimentes Hanabi. Seguro que descubres más cosas.
Antoine Bauza es un autor francés de juegos que desde hace un par de años ha publicado un juego tras otro con distintas editoriales fancesas. Muchos de ellos ha llegado a España: Bakong, Hurry' Cup!, Pocket rockets, Pony Express (con Bruno Faidutti), Rockband Manager o 7 wonders. Otros importantes juegos de este autor, inéditos en castellano, son Ghost Stories y Mystery Express (con Serge Laget).
Conocimos Hanabi directamente con su publicación en Francia en el Corsario Lúdico 2010. Desde entonces es algo así como un juego de cabecera, siempre a mano para jenseñarlo y ugarlo siempre que se preste la ocasión.
En el 5º Festival Internacional de Juegos de Córdoba mucha gente quedó prendada de él - incluyendo a Barbara y Dirk Henn.
En el VI Encuentro nacional de Juegos de Mesa de Huelva el pasado Noviembre, también jugamos a Hanabi repetidamente. Allí lo conoció Pol Cors, editor de Homoludicus, que no tardó en quedar prendado del juego. Tanto es así que es ojalá podamos tener una edición en España de este juego - por el momento ya se distribuye Hanabi & Ikebana en su edición francesa pero con reglas en castellano incorporadas (en las tiendas on-line de juegos de mesa).
La editora francesa Cocktail Games está preparando una nueva edición de Hanabi en colaboración con la editora original Les XII Singes. Nuevas ilustraciones, reglas retocadas... Y posible edición española.
Hanabi, preciosos fuegos artificiales.
¡Nos jugamos!