Teníamos pendiente sacar provecho a Sylla, el juego de Dominique Ehrhard publicado por Asmodée Ibérica hace algunos meses. En su momento abrimos la caja del juego para estudiar el asunto del culo censurado, pero le habíamos dado poco juego. El pasado fin de semana volvimos a Roma.
Sylla es un gran juego denso y estratégico, donde cada acción tiene doble filo y las decisiones son incesantes. ¿Cómo es posible que este juego esté pasando tan desapercibido?


Sylla es exigente, necesita reflexión y prestar atención a múltiples objetivos. El camino a la victoria no es único y hay diferentes opciones en cada fase de juego.
El juego se ambienta en Roma, en los siglos posteriores a la muerte del consul dictador Sylla (78 a.c.) hasta la implantación del cristianismo (S. IV d.c.).
El juego tiene unas cuidadas ilustraciones de Arnaud Demaegd, hermano del principal editor de Ystari (editora original del juego en Francia); Cyril Demaegd - jefe de la compañía y también autor de juegos como el reciente Bombay (Asmodée Ibérica). Los dibujos de Arnaud ya los hemos visto en una edición en castellano en el Caylus de William Attia (Edge - juego finalista al JdA 2007). Lo menos atrayente de su aspecto visual es el tablero, que sin embargo es funcional y ayuda adecuadamente al desarrollo del juego sirviendo de guía en cada fase. Lo que sí falla es el marcador de puntuación del tablero, demasiado pequeño y por tanto incómodo de manejar.
Pero una partida de Sylla se extiende alrededor del tablero y más allá - hace falta más espacio del que parece en un principio para jugar. Cada persona debe tener delante suya su pantalla (para ocultar las piezas de Res Publica que irá ganado y que se puntuarán a final de juego), las cartas de personajes y las fichas de edificios. Además alrededor del tablero se colocarán las cartas de eventos, las fichas de edificios en subasta, o las cartas de grandes obras realizadas. El resultado es un buen despliegue.

Sylla es un juego para 3-4 personas, con partidas por encima de la hora de juego. Existe una versión ofical para 2 personas de la editora original Ystari, no incluida en las reglas del juego, pero que se puede encontrar traducida al castellano en BGG (gracias a Gallo Rojo).
El juego se desarrolla en cinco rondas, que culminan conla construcción de la iglesia cristiana y la puntuación final. Cada ronda tiene diversas fases, que en resumen comienza con la elección por pujas del consul. Esta persona tendrá beneficiios en el resto de la ronda, siendo la primera en actuar al elegir personajes o edificios, y sobre todo al decidir cuando haya empates, qué eventos afectarán a Roma y cuales serán soslayados. El primer consul también toma una ficha de Res Publica - las hay de tres tipos: civismo, ocio y salud. Al final de la partida, cada ficha valdrá tantos puntos como su marcador indique en el tablero. Sus valores pueden modificarse en beneficio propio o en mal ajeno medienta algunos edificios y eventos.Las fichas que se van obteniendo se ocultan tras alpantalla de cada persona, loq ue añade un toque de información difuminada al juego.

En la segunda fase cada persona recluta un nuevo personaje. Los hay de distintos tipos: senadores, mercaderes, vestales, legionarios y esclavos, y algunso deellos tienen un indicador de ser cristianos - un mecanismo principal del juego es que cada carta de personaje tiene más de una utilidad y es vital medir en qué momento hacer uso de cada uno de ellos, pues sólo pueden usarse una vez por ronda. A continuación se subastan edificios, que se adquieren pujando con los personajes.

Cada personaje tiene unos símbolos de tres colores posibles en la parte superior de la carta. Cada edificio que se subaste se compra con uno de esos colores. Cuando unos personajes se usan para comprar un edificio, se giran sus cartas para indicar que hasta la siguiente ronda ese personaje está fuera de juego. Los esclavos deben ser usados en esta fase, pues no tienen otra utilidad.

Los edificios tienen diversos efectos, todos beneficiosos para su propietario, y van apareciendo en cada ronda de forma progresiva - los edificios disponibles a principio de juego son diferentes de los que lo estarán al final de la partida.
La siguiente fase es de ingresos. Se obtienen sestercios según los edificios que se posean y los mercaderes no usados en la fase anterior.
La siguiente fase es la de eventos. Los legionarios y las vestales no usados antes deben entrar en juego ahora. Siempre hay cuatro eventos amenazando Roma - uno de ellos es la Decadencia(la carta del culo en Sylla), que está siempre presente, los otros tres eventos irán cambiando.

Cada evento puede combatirsecon vestales, legionarios, o ambos. Por cada carta adecuada usada, se coloca un cubo del color del jugador sobre lacarta de evento. quien tenga mayoría de cubitos enb un evento, ha defendido a Roma mejor del desastre y ganará un marcador de Res Publica de l tipo correspondiente al evento. Cuando todos los legionarios y todas las vestales hayan sido usadas, los eventos con más cubitos serán solventados, los otros dos tendrán sus efectos - con la inundación se pierde un edificio, con al persecución a los cristianos se pierde un cristiano, con purga en el senado se pierde en senador, con el culto imperial retrocede el marcador de civismo.
Combatiendo las amenazas sobre Roma.El Culto imperial (la carta que no tiene ningún cubito) es un evento que permite obtener una ficha Res Publica de civismo, que puede ser combatido con legionarios y vestales, y cuyo efecto caso de producirse es que el marcador de vivismo retroceda,
Caso de empate, es el primer consul quien decide qué eventos entrarán en juego y cuáles no. ¡Poderosa posición!
A continuación se construye una gran obra - un panteón a Zeus, un coloseo... Los senadores tienen aquísu papel principal, si no han sido usados antes. Se puja dinero, sumando los senadores que se tengan disponibles. Puede hacerse para contribuir a la obra (ganan puntos de victoria quienes más contribuyan y se produce un efecto, usualmente aumentar el valor de alguna ficha de Res Publica), o dedicando el dinero propio a la plebe (se obtienen algunos puntos de victoria - esto conviene si se piensa qe no serás de los maximos contribuyentes a la oba o si no se quiere contribuir a que, por ejemplo, aumente un marcador de Res Publica del que no tenemos muchas fichas).
Esto se decide tomando el dinero en el puño cerrado, colocándolo en posición horixontal, y a la vez, girándo el pulgar extendido arriba (se contribuye a la gran obra), o abajo (se destina el dinero a los plebeyos.


Tanto el combate de los eventos como la construcción de las grandes obras pueden llevar a la cooperación entre rivales, pero sólo porque es necesaria por el puro interés personal.
En la última fase de cada ronda, se comprueba el nivel de hambruna, lo que hace perder puntos de victoria a quienes no tengan suficientes campos de cereales (un tipo de ficha de "edificio"). También es el momento de verificar si algún marcador de Res Publica ha llegado a la casilla de valor más bajo, en cuyo caso tendrá lugar una crisis con nefastas consecuencias.
Tras 5 rondas, finaliza el juego con la construcción de una 6ª gran obra, la eclesia, con la que cada personaje cristiano otorga 2 puntos de victoria y la liberación de cada esclavo otorga 3 puntos de vixtoria si se pueden pagar 2 sestercios.

Con múltiples mecánicas y estrategias abiertas diferentes al principio de la partida, lo que hace posible partidas muy diferentes unas de otras, el centro del juego son los personajes y sus dobles usos: con los personajes se compran los edificios, pero si los usas entonces no podrás utilizar sus otras habilidades: el mercader aumenta los ingresos, los senadores permiten contribuir a las grandes obras, los legionarios y las vestales pueden combatir los eventos. En el juego hay interacción directa entre las personas en la partida, pujas, subastas, compras y una especie de colaboración necesaria para combatir los eventos y construir las grandes obras; todo ello integrado de forma original sin que ninguna de esas mecánicas sea la predominante en el juego.
Sylla es un juego de decisiones políticas no por el bien de Roma, sino por el interés propio.

Sylla es un juego estratégico con tensión constante y fuerte ambientación en las intrigas de Roma, que recomendamos a quien disfrute de juegos complejos - no por la longitud de sus reglas, sino por el cruce de caminos que se presenta continuamente ante el jugador para seguir caminando.
Todos los caminos llevan a a Roma, pero no todos a la victoria.
El juego está recogiendo muy buenas críticas (véase BGG por ejemplo), pero no ha obtenido una fama correspondiente a su calidad, aun teniendo en cuenta que es un juego avanzado no dirigido al público más general.
Su autor, Dominique Ehrhard (repasa nuestro artículo sobre él en 2007), es un artista polifacético que ha creado magníficos juegos como Meditarenée, Condottiere (publicado en España por Edge), o Marrakesh (As d'Or 2008 en Francia).
Ystari ha anunciado una extensión para Sylla, que incluirá una carta para indicar quien es el primer consul, nuevos eventos (terremoto y derrota militar), una nueva gran obra (Forum) y nuevos personajes (filósofo y gladiador). Veremos si Asmodée Ibérica la hace llegar en castellano.

¡Nos jugamos!