Chaos Marauders es un juego de Stephen Hand originalmente publicado en 1987, víctima de su época y sus intenciones. La nueva edición de 2009, volcada al mundo Warhammer, no consigue que el juego gane en interés.

Chaos Marauders (merodeadores del caos) es otro de los juegos de mesa de la británica Games Workshop que tras años de abandono, ha vuelto a la vida en los últimos meses con la ayuda de la compañía estadounidense Fantasy Flight. Ya hemos hablado repetidamente de esta nueva oleada de regreso de juegos de mesa Games Workshop (por ejemplo aquí la últma vez), que a España nos están trayendo casi en su totalidad entre Devir y Edge.
Algunos de estos antiguos juegos han sido revisados y modernizados en su reglamento. En Chaos Marauders hay algunos cambios menores en su nueva edición, pero se mantienen las reglas originales de un juego centrado en el azar de sacar cartas de la baraja.

Chaos Marauders no se publicó en España en su primigenia versión (aunque sí se jugaron algunas copias en inglés por estas tierras). Ahora en su nueva encarnación ha sido publicado en castellano por Edge, con la habitual web oficial: Chaos Marauders, en castellano).
Su autor es Stephen Hand, creador de varios juegos hace décadas y entre los que ha sido publicado recientemente en España La Furia de Drácula.
Los cambios de la nueva edición de Chaos Marauders son principalmente que la baraja es de 110 cartas (la antigua versión eran 112), se incluye sólo un tablero de línea de batalla por jugador (3 en el original), cada ínea de batalla es de 12 espacios (eran 16 antes) lo que también implica el cambio de la puntuación de algunas cartas), y se han cambiado los efectos de un par de cartas para hacerlos menos lesivos. Nada de esto afecta en verdad al juego en sí.



Las cartas no muestran orcos, muestran miniaturas de orcos de Warhammer con peanas.

Los componentes del juego son una baraja de cartas, un dado (o Cubo de la Devastación, para los cambates y alguna carta de efecto especial) y unos marcadores para cada jugador (que sirven para señalar las cartas sometidas al poder de algún efecto de otra carta).



La partida finaliza cuando alguien complete sus tres lineas de batalla. Una línea de batalla está completa si tiene al menos 5 cartas (el máximo es 12), comienza con un estandarte y finaliza con un músico.


Cuando se completa una línea de batalla, se puede atacar inmediatamente otra línea de batalla de menor fuerza, pudiendo eliminar algunas cartas de su formación. El resultado del atque lo dicta el dado, con 1/6 de probabilidad en contra del atacante.
Algunas cartas de ejército están incompletas por sí solas y se necesita de tres cartas para completar una de estas máquinas de guerra - pero que puedas coneseguirlas o no, depende más de la suerte de sacarlas del mazo en tu turno que de alguna otra habilidad propia.
Las reglas del juego son sencillas y están bien detalladas en el manual del juego que por si fuera poco incluye un segundo cuadernillo de referencia del uso de las cartas, cuyos efectos especiales se superponen a las reglas generales con frecuencia.

Las decisiones son muy sencillas en Chaos Marauders - y pueden influir bien poco en tu devenir en la partida. Irás robando cartas (hasta que finalice el turno) y colocándolas en las líneas de batalla, situando cartas de fuerza (para los ataques) y de tesoros (para puntuar), colocando los estandartes y músicos para cerrar las formaciones según el tamaño que desees. Cuando te toque una carta de efecto, se la echarás al rival que más te apetezca. Claro que sólo podrás actuar en función de la carta que cada vez robes del mazo.
El juego es caótico y eso puede ser divertido - si te gustan los juegos con mucho fastidio a los demás, algo incontrolables, y con vuelcos constatantes e imprevisibles de la situación. La suerte de unas y otras líneas de batalla según se van sacando cartas será muy cambiante.

Chaos Marauders es un juego recordado con nostalgia, como casi todos los juegos de hace más de 20 años publicados entonces por Games Workshop. Pero en este caso los años no han pasado en balde.
Hay opción de divertirse con Chaos Marauders y que pueda servir de entretenimiento sólo si se toma muy poco en serio, no se alarga la partida y se procura que haya muchas risas mientras se juega.
Por su aspecto de miniaturas en cartas, pareciera que con esta nueva edición de Chaos Marauders se quisiera atraer hacia el juego de mesa al público jugador de Warhammer (o tal vez llevar jugadores del juego de mesa hacia el Warhammer de miniaturas), pero esto se podría hacer con mejores juegos.

¡Nos jugamos!
