A vueltas con la gamificación.
Graduate XXI es un proyecto financiado por el Banco Interamericano de Desarrollo (BID) y con apoyo del gobierno de la República de Corea, para luchar contra el abandono escolar.
Graduate XXI, además de generar conciencia sobre el problema de la deserción y buscar sus causas, se enfoca en las grandes tendencias y soluciones.
Estas pueden ser herramientas, experiencia o sistemas que atraen e inspiran a todos los actores del ecosistema educativo con el fin de conectarlos y generar nuevas ideas que repercutan en el reto de la deserción.
Si hay un concepto de moda en el mundo educativo actual es la gamificación, que en demasiadas ocasiones instrumentaliza la cultura de los juegos de mesa y a la que se pueden atribuir exagerados beneficios. Es grande la corriente a favor de la gamificación, pero hay que advertir de que no es panacea alguna.
En Graduate XXI: El peligro de la gamificación educativa (31 diciembre 2017)
Una tendencia es poderosa cuando dejamos de observarla, cuando se descompone en partículas tan pequeñas que pueden penetrarlo todo hasta hacerse invisibles. Algo así está pasando con la “gamificación”, entendida como un mecanismo digital de recompensas inmediatas. Aquí veremos los peligros de esta tendencia en el mundo educativo y las posibilidades que ofrece si es utilizada con cuidado.
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Existen numerosas evidencias que muestran el efecto peligroso de los incentivos extrínsecos para el aprendizaje. Promueven el amor por los premios (ya sean puntos, placas o dinero) más que por lo aprendido. Si funcionan lo hacen en el corto plazo. (...)
El gran peligro de la gamificación multiplicada por las tecnologías digitales y llevada a niveles personales infinitesimales por el Big Data, es justamente la tentación que produce. No es casual que cientos de emprendedores educativos en todo el mundo estén creando aplicaciones gamificadas. (...)
Es hora de redefinir el concepto de gamificación antes que sea demasiado tarde. Es hora de diseñar experiencias de aprendizaje que devuelvan el sentido a un concepto que está pronto a ser robado para convertirse en un sinónimo de “incentivos”. Es hora de detener la tentación y desplegar la reflexión sobre los mundos educativos que estamos creando.
¡Nos jugamos!