Al local de Gamezone.
En capítulos anteriores del culebrón Tseuquest...
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- HeroQuest 25º aniversario (II) (18 noviembre 2013)
- HeroQuest 25º aniversario en Kickstarter (25 noviembre 2013)
- HeroQuest 25º aniversario en Kickstarter - ¿o no? (28 noviembre 2013)
- HeroQuest 25º aniversario en Kickstarter - ¿o no? (II) (1 diciembre 2013)
- HeroQuest no es de Gamezone (3 diciembre 2013)
- No en Kickstarter (6 diciembre 2013)
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- Fanta verde, ni con un palo (16 diciembre 2013)
- Tiburón 3 (23 diciembre 2013)
- Tercer lanzamiento (24 diciembre 2013)
- Herocults, un homenaje (28 diciembre 2013)
- Despedida de año y de MKultra (31 diciembre 2013)
- Ocho (más una) preguntas (14 enero 2014)
- El HQ de los Tres Reinos (21 enero 2014)
- Final con bis (13 febrero 2014)
- Anexo: Desi Chaat (20 febrero 2014)
- Publicidad y riesgo (23 febrero 2014)
- Anexo: Laser Battle es copia de Khet (III) (28 febrero 2014)
- Aceptamos HQ25 como animal de compañía (3 marzo 2014)
- Si fuese aplicable (29 marzo 2014)
- Anexo: Bang! vs. SanGuoSha (1 abril 2014)
- De unos chicos sevillanos (1 abril 2014)
- Desayuno con alguien de Gamezone (3 mayo 2014)
- Desayuno con alguien de Gamezone (II) (7 mayo 2014)
- Un viaje a ninguna parte (15 junio 2014)
- Una no-presentación (1-7 julio 2014)
- Anexo: Bang! vs. LTK (31 agosto 2014)
- Hoy tampoco (14 noviembre 2014)
- Hoy sí toca (21 noviembre 2014)
- Anexo: Dario De Toffoli: Los juegos también tienen autores (25 noviembre 2014)
- Anexo: Reiner Knizia contra Lufthansa (27 noviembre 2014)
- Anexo: ¿Financiando? Sol Oscuro (17 diciembre 2014)
- Una cuestión de cortesía (22-30 diciembre 2014)
- De vermis mysteriis de HQ25 (4 febrero 2015)
- Anexo: Basado en hechos reales (21 febrero 2015)
- Vete tú a saber (31 marzo 2015)
- Porque es lo que es (11-24 mayo 2015)
- Lánzanos e le follie (1-11 agosto 2015)
- Anexo: Hex: Shards of Fate (27 septiembre 2015)
- HQ27 y contando (4-9 enero 2016)
- Índice de grasa (20 enero 2016)
- Anexo: Scotland Yard, de Jay Moriarty (30 enero 2016)
- Armonía de tristeza (12-17 febrero 2016)
- Anexo: Armaduras espaciales (15 febrero 2016)
- Sin precocinar (10-11 abril 2016)
- Sin detección de errores (26-29 abril 2016)
- Sin objetivos hexagonales (3 mayo 2016)
- Sin panorama alentador (12 mayo 2016)
- Anexo: Plagiar es muy fácil (20 mayo 2016)
- Anexo: Warhammer Quest: Silver Tower (21 mayo 2016)
- El valor del dinero (29 mayo -2 junio 2016)
- Procedimientos purificadores (11-17 junio 2016)
- Anexo: Tras la sentencia (4 julio 2016)
- Caos magnífico (7 julio 2016)
- Soluciones técnicos con potra (17-31 julio 2016)
- Muerto viviente (2-9 septiembre 2016)
- Ávida revisión (13-16 septiembre 2016)
- En la vanguardia del homenaje (28 noviembre 2016)
- En marzo, flores (9 diciembre 2016)
- HQ28 y contando (23 enero 2017)
- Marzo sin flores (31 marzo 2017)
- Anexo: NextPress es un plagio (15 mayo 2017)
- Ni 4 ni 6 semanas (21 mayo 2017)
- ...ni tampoco 13 semanas, ni 14... (16 julio 2017)
- ...ni 142 días. (9 septiembre 2017)
- De paso, Lánzanos (23 septiembre 2017)
- Comunicando, puede (18 noviembre 2017)
- En glorioso metal (28 noviembre 2017)
- Anexo: Copias de juegos, no. (20 diciembre 2017)
- HQ29 y contando (16 enero 2018)
- HQ29 en los medios (21 enero 2018)
- Anexo: Copias piratas (12 febrero 2018)
- Otro marzo sin flores (14 marzo 2018)
- Es simplemente una cuestión de tiempo (2-16 abril 2018)
- Anexo: NextPress es un plagio (II) (13 mayo 2018)
- Sin tiempo exacto (6 junio 2018)
- Anexo: Un giro inesperado (4 julio 2018)
- Aburridas de ver (13 agosto 2018)
- AA HQ25 (25 agosto - 28 septiembre 2018)
- Al tanto de la debacle del HQ25 (octubre-noviembre 2018)
- HQ30 y contando (22 enero 2019)
- Adicto al efectivo (febrero-mayo 2019)
- Insolvencia total en paradero desconocido (24 julio 2019)
- Estafa porque le toca (10 noviembre - 22 diciembre 2019)
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- Ilustradores en Fallo de sistema (15 diciembre 2019)
- HQ31 y contando (22 enero 2020)
- HQ25 procesado (29 enero - febrero 2020)
- Con cierta normalidad (marzo 2020)
- Retraso en el tránsito (mayo 2020)
- Anexo: Legados de HeroQuest (27 julio 2020)
- De paciencia y Netflix (5 septiembre 2020)
- Anexos: HQ en 10 días (12 septiembre 2020) / HQ en 8 días (14 septiembre 2020) / HQ en 4 días (18 septiembre 2020) / HQ en 1 día (21 septiembre 2020) / HeroQuest 2021 (22 septiembre 2020) / HeroQuest en Hasbro Pulse Con (26 septiembre 2020) / HeroQuest en Hasbro Pulse (II) (6 noviembre 2020)
- HQ32, y contando (1 enero 2021)
- Probable confusión (10 junio - 23 julio 2021)
- Anexo: Más de una TSR (11 julio 2021)
- De especial complejidad (agosto-septiembre 2021)
- Ahora Tseuquest (noviembre 2021 - marzo 2022)
- Ni se prevé en el futuro (mayo - julio 2022)
- Nada mal verdad (agosto-octubre 2022)
- Sin NIF (octubre 2022 - junio 2023)
- Para 10 años y contando.... (enero-agosto 2023)
- En algún momento (junio 2023)
- Verbales e impagos (agosto 2023)
- 10 años 10 (septiembre-noviembre 2023)
- Anexo: Golpe temporal (27 noviembre 2023)
- Tseuquest-35, y contando (enero-marzo 2024)
- Una serie de dificultades (abril 2024)
- Tseuquest (3 mayo 2024)
- Anexo: Fraudes (3 junio 2024)
- Nada más que reclamar (Un juego pato) (julio-noviembre 2024)
- Anexo: Powerboats vs. Joyride (diciembre 2024)
- Tseuquest-36, y contando (7 enero 2024)
- Ultima ratio (13 enero 2025)
El inicio del juicio por estafa contra Dionisio Rubio Gil, responsable de Gamezone/Ludofilia, promovido por la Asociación de Afectados del HQ25 y apoyado por la fiscalía, tiene su inicio en suspenso como contamos a mediados de enero (Ultima ratio).
La siguiente crónica de lo sucedido el día 13 de enero de 2025 en Sevilla es en primera persona:
Para lo que incumbe a esta historia soy Jesús Torres Castro, con toda una vida de experiencias en el mundo lúdico, autor de juegos de mesa y perteneciente a la asociación cultural cordobesa Jugamos Tod@s, en la que desde 2013 hemos ido informando y siguiendo el culebrón del HQ25, después Tseuquest.
No esperaba acabar nunca visitando el local de Gamezone en Sevilla. Acudí como público a los juzgados sevillanos el lunes 13 de enero de 2025 para asistir a un juicio que se acabó no celebrando, puesto en pausa justo antes de comenzar.
Antes, la casi hora de espera en el Palacio de Justicia de Sevilla, delante de la puerta de la sala 6 donde se desarrollaría el juicio, no parecía agradable. En el espacio reducido de un pasillo con algunos bancos, se encontraban esperando el acusado Dionisio Rubio Gil (enfrentándose a una acusación de la fiscalía por 6 años de cárcel) y su abogada, acompañantes, el abogado de la acusación con mecenas representantes de la A.A.HQ25, diferentes personas citadas a testificar (como el dueño del anterior local donde Gamezone comenzó su proyecto HQ25), más mecenas y algunas personas de público. Antes del comienzo del juicio se entablaron conversaciones en la sala a puerta cerrada, de las que los abogados de cada parte salieron un par de ocasiones para hablar con sus representados y volver a entrar. Finalmente el juicio se suspendió, en pausa hasta nueva fecha. Según se comunicó, el tribunal ha instado a defensa y acusación a llegar a un acuerdo antes del juicio, de cuyas condiciones o avances solo podrán hablar las partes según como el proceso continúe adelante. Tras el aplazamiento del inicio del juicio y dentro de las conversaciones entre las partes, como representante de un medio de comunicación cronista de esta historia desde el principio, fui invitado a asistir a la visita de los mecenas de la denunciante A.A. HQ25 al local de Gamezone, con objetivo de la verificación cuantitativa y cualitativa de las cajas del producto Tseuquest existentes (1.000 cajas para 600 mecenas aproximadamente de la A.A.HQ25). Los equipos de abogacía de ambas partes acordaron no acompañar a la expedición, pero antes de irnos se acercó Dionisio para preguntar si los mecenas conocían la dirección de su actual local (claro que sí) y fue cuando nos presentamos en persona él y yo. No habíamos tenido contacto directo real desde 2013 (salvo muchos intentos sin respuesta y algún mensaje esporádico). Sin tener implicación en la denuncia, no me es posible desvelar ningún dato referente al proceso judicial que pudiera haber presenciado, pero sí me es posible comentar impresiones de la visita a Gamezone.

A la llegada al local de Gamezone en el Parque Empresarial Arte Sacro en un polígono a las afueras del Distrito Norte de Sevilla, Dionisio nos esperaba en la calle, aparentemente algo nervioso. Allí mismo hubo una primera toma de contacto que se alargó varios minutos.
Por parte de los mecenas de la A.A.HQ25 se encontraban presentes Miguel Martín (presidente), Flavio (Viofla, representante de mecenas italianos en la A.A.HQ25), Rafael (mecenas sevillano recordado como visitante de Gamezone en la Expocómic 2016) y Juan Manuel (mecenas madrileño testigo en el juicio). Además de Dionisio, en el local de Gamezone se encontraba su pareja Cristina, Isabel (ambas conocidas por firmar e-mails) y Manuel Pariente (extrabajador del proyecto que aireó la mala gestión de Dionisio en foros -Verbales e impagos- y que ha vuelto de nuevo a Gamezone). Son las únicas personas relacionadas profesionalmente con Gamezone en la actualidad (¿pero realmente de quién son empleadas? -Sin NIF). Antes de entrar solicitamos permiso para poder tomar fotos en el local, un gesto que Dionisio agradeció, porque no todo el mundo lo pregunta. Tomé fotografías, pero ninguna persona aparece en las imágenes.
He de asegurar que aunque la situación era evidentemente incómoda, el trato entre las personas reunidas fue siempre correcto y en todo momento amable, incluso cuando las evidentes diferencias surgían en la dispersa y tensa conversación. Cuando los mecenas de la A.A.HQ25 trataban algo con Dionisio, procuré mantenerme al margen. Más allá del objetivo de la visita, es lógico que ambas partes en litigio no podían establecer un coloquio normal, ni que nadie desvelase demasiada información (Dionisio eludió pronunciarse en algunas cuestiones). Pese a todo hubo algún cruce de opiniones del que también tomé parte y es sobre lo que puedo hablar sin riesgo de intromisión. Se debe tener en cuenta que no fue en ningún caso una conversación articulada y en ningún momento se entró en detalles, ni se pudo replicar ni profundizar en nada. Solo podré dar por tanto algunas impresiones generales y recordar algunos comentarios cruzados directamente con el responsable del proyecto Tseuquest.
Ya desde su dialéctica inicial a las puertas del local quedó claro que Dionisio Rubio Gil quiere contar una historia parcial, un montaje particular de los hechos sucedidos en estos largos 11 años. De hecho, tras escuchar un rato sus explicaciones iniciales, expresé que nos estaba presentando un relato montado a posteriori a su conveniencia. Si durante estos años la información ha sido como poco contradictoria, ahora lo sigue siendo. Puede tratarse de su estrategia de discurso preparado para presentar ante el tribunal para el previsible juicio, pero es evidente que no se ajusta por completo a la realidad y no se sostiene si se tiene algo de memoria y los datos presentes.
Por ejemplo, preguntado sobre los canjes pendientes del producto Tseuquest por el nuevo juego HeroQuest de Hasbro en inglés, afirmó que él nunca había prometido ese cambio, sino que el canje propuesto consistía en obtener el mismo producto Tseuquest pero con la portada de HQ25, ya que las cajas estaban ya fabricadas (¿?). Dionisio se vio obligado a repetir una vez más tal inexplicable explicación (Ni se prevé en el futuro). Achacó cualquier malentendido a falta de compresión lectora. La segunda vez que Dionisio usó esa expresión, me vi forzado a recriminarle el desprecio y su total equivocación. No volvió a utilizar tales términos.
Cuestionado por los gastos de envío cobrados en 2015, afirmó que lo hizo así porque todas las campañas de mecenazgo cobran los gastos de envío por adelantado (¿?). Según él, no solicitó entonces el pago con urgencia anunciando una inminente primera oleada de envíos del producto (entonces HQ25 -De vermis mysteriis de HQ25). Ni tampoco debió esperarlo nadie en marzo de 2017 (En marzo, flores).
Respecto su política de comunicación, la paradoja es constante, afirmando en distintos momentos que hay información clara en sus actualizaciones, pero que son poco regulares, pero que prometieron ser frecuentes en alguna ocasión, pero a la vez que no cuenta casi nada porque no quiere y no le gusta figurar, pero que el número de actualizaciones ha sido elevado (olvidando que mientras han pasado muchos años). Dionisio quita verosimilitud a cualquier forma de comunicación que no sea su web (aunque aparezca él mismo entrevistado), y nada de dar fiabilidad a colaboradores externos que comuniquen con su permiso. Reconoce que solo ha escrito personalmente el artículo que firmó en 2023 (en Una serie de dificultades). Incluyendo en la comunicación, efectivamente hay mucha gente amateur colaborando alrededor de Gamezone.
Sobre la falta de comunicación con mecenas extranjeros, Dionisio comenta que no les manda mensajes ni les avisa de nada desde hace años porque para eso existe la web oficial de Tseuquest y quiere que los mecenas la visiten con regularidad. La falta de información en sus idiomas, o el hecho de que no tienen porque conocer siquiera la existencia de la web o de novedades en ella, o que ni siquiera deben saber que algún producto Tseuquest existe ya en España, no le parecen inconvenientes. Niega que existan mecenas españoles que tampoco estén informados (pero de hecho conocemos algún caso en esas condiciones).
Dionisio se atribuye el respaldo de la inmensa mayoría de mecenas, utilizando a la mayoría silenciosa o porque recibe miles de mensajes gracias a los cuales conoce de verdad la opinión de los mecenas. Es un intento de deslegitimar otras opiniones (denuncia incluida), que según él serían en todo caso de una minoría de gente insatisfecha. Mantiene que los crowfundings exitosos se ven legitimados porque una gran comunidad de mecenas los apoya (¿?). En su planteamiento eso es suficiente hasta para solventar cualquier duda sobre posibles derechos, aunque una campaña sea engañosa en sus planteamientos.
Según su criterio el producto Tseuquest que vende ahora es exactamente lo que ofertó desde el principio (¿?), salvo el rótulo del título.
Dionisio parece tener establecido un recorrido a modo turístico por el local de Gamezone, seguramente lo que presencien los mecenas que lo visiten. Comienza por mostrar unas máquinas y pretende ir explicando el proceso de la fabricación de miniaturas pasando por distintas fases. En nuestra visita quedó claro que eso no era de nuestro interés (fue un momento de malestar en el rostro de Dionisio) y pasamos rápidamente a otro espacio del local a revisar los productos Tseuquest acabados (pero incompletos). Llegué a ver los componentes de un producto Tseuquest en castellano y de otro en italiano (más incompleto).
El local de Gamezone es doble y tiene dos partes, los locales 33 y 40 del edificio 4 del Parque Empresarial Arte Sacro, separadas por un pequeño pasaje exterior con bidones y tablones en el suelo. El panorama del local es en general francamente poco alentador. Como se ha visto en otras ocasiones en el pasado por fotos de otras personas visitantes, es un taller de fabricación de miniaturas. Papeles, restos inservibles, partes de maquinaria, plásticos, trozos de miniaturas y cajas de cartón se muestran por doquier. Muchas miniaturas se guardan en estantes y bolsas numeradas, algunas con aspecto de llevar mucho tiempo allí. Hay miniaturas montadas por completo diversas en una vitrina en una pequeña pared libre de cajas. Por fuera de los dos locales no hay distintivo alguno. En el interior junto a una de las dos entradas, como les ha gustado mostrar en fotos, cuelga una lona con la incialmente prevista portada del producto HQ25.
Cada caja de Tseuquest en espera de ser completada procedente de Ludofact (fábrica alemana especializada en juegos de mesa), contiene algunos materiales impresos en cartón. El resto del producto se monta en cadena a mano, a través de algunos puestos de trabajo, más o menos dispuestos a lo largo del local, para ir añadiendo en cada caja los componentes y bolsas de miniaturas (salvo el material que todavía falta por imprimirse). Todo un lateral del local está lleno en altura de grandes cajas cerradas presuntamente con esos materiales impresos en Ludofact en castellano y otros idiomas, pero por ahora Dionisio reconoce que solo pueden preparar productos Tseuquest en castellano (pese a tampoco estar completos). Dionisio dice tener guardadas más de esas grandes cajas paletizadas de transporte en otra localización. Solo dio cifras aproximadas del estado de los envíos (en torno a una tercera parte de los juegos en castellano). El ritmo de su trabajo de montaje y al que van enviando productos, desde mayo de 2024, es realmente lento.
Bien visibles en el suelo había preparadas un conjunto de cajones de cartón abiertos, que contenían cajas de Tseuquest con etiquetas con nombres de mecenas que iban a testificar en el juicio (al menos). Dionisio fue tremendamente insistente en que los mecenas presentes se llevaran sus copias del producto. Aunque se negaron tajantemente, Dionisio seguiría repitiendo el ofrecimiento de forma algo exagerada durante buena parte de la visita.
Los productos Tseuquest están incompletos, pero el material que falta llegará a los mecenas, dice el empresario, junto con la primera expansión. Tuve que dudar de sus planes. Entonces Dionisio añadió que el libreto de aventuras que falta a los mecenas no se ha incluido en la caja actual de Tseuquest por motivos argumentales, para que los mecenas no se hagan spoilers por leer la narrativa antes de tiempo (¿?). Esta fue otra de las ridículas declaraciones que pude escuchar.
Dionisio alude a un sinfín de desgracias culpa de terceras partes, pandemia incluida, negando explícitamente cualquier responsabilidad en el retraso del proyecto y asegurando que él lo ha hecho todo bien, solo ha trabajado y trabajado por el proyecto -y de nuevo creo que solo puede afirmarse algo así si se trata de una estrategia de exculpación defensiva a ultranza ante un tribunal-. Dionisio dice primero que no quiere hablar de terceras partes, pero después desliza veladamente cuando le interesa algún detalle de lo que antes ha dicho que no contará. Cuestionado sobre la mala preparación de su proyecto, afirmó tenerlo todo planeado y atado desde el inicio (incluso el Kickstarter en Canadá). Achaca sus problemas surgidos siempre inesperadamente a terceros que no sabían hacer lo que decían que podían. En la práctica, opiné, no estaba planificado por tanto nada o casi nada en el proyecto cuando se presentó la campaña de mecenazgo, más allá de la usurpación del HeroQuest como reclamo; y en la gestión posterior está claro que tampoco se han dado señales de buena ejecución alguna, sino de lenta improvisación.
El proceso creativo en sí de las reglas no le merece mayor comentario a Dionisio, al fin y al cabo supongo que siempre ha pensado que su juego era fácilmente algo hecho (básicamente copiando el HeroQuest de Stephen Baker).
Todo conforma el estilo Gamezone.
Dionisio dice no creer que debería haber hecho las cosas mejor o de otra manera. Le comenté que en ese caso era una pena que tantos años en el sector, como le gustaba decir, no le hubieran servido para aprender nada.
Y es que Dionisio quiso varias veces hablar de nuestro sector (de los juegos), incluyéndose a sí mismo (y en concreto dirigiéndose a mí). No dio muestras de mucho conocimiento de la materia. Se refirió a algunos tópicos como que en nuestro sector los juegos duran actualmente muy poco, o que los frikis son ahora más mayores y con más poder económico pero dudando si hay más público en nuestro sector. No quise continuar esa charla, que parecía fuera de lugar, más allá.
Dionisio repitió que conoce el sector editorial (de los libros) por alguna conexión familiar. Lo malo es que confunde siempre la impresión de un libro, con la labor de escribir el texto. Fabricación y autoría son cosas bien distintas. Dionisio se quejó de haber hecho juegos enteros o en parte para otras compañías donde su nombre no aparece acreditado. Le repliqué que de ser así, era culpa suya si aceptaba que eso sucediese y que precisamente en los libros nunca falta el nombre de las personas autoras (o de quien traduce, o de quien edita…), como él bien debería saber. Y que así debería suceder con otras obras de creación como son los juegos de mesa. Me pareció precisamente en el fondo una actitud de menosprecio a nuestro sector.
Quiso saber si yo había leído las reglas del producto Tseuquest. Cuando le dije que sí, me preguntó rápidamente si había jugado. Le dije que no y que podía estar seguro que nunca lo haría. Tengo bastante para juzgar la mala calidad de su producto (Ya hemos escrito al respecto, Tseuquest). Ante esto Dionisio habló, pero más bien sin dirigirse directamente a mí, que si algo no te gusta pues lo dejas de lado y pasas a otra cosa y ya está. Claro que su caso no es una cuestión simplemente de gustos.
Preguntado por los reembolsos del dinero a las personas mecenas que lo solicitaron (sin hablar de aquellas personas que esperan el pago tras ganar demandas civiles), en un diálogo con muchos rodeos afirmó que quien quiera su dinero lo tendrá de vuelta tal como prometió. Pero que como reconoce no tener dinero, lo devolverá cuando pueda y que para eso hay una cola de espera. Ofrece como garantía su palabra (¿?).
En un momento dado sacó unas miniaturas para que las rompiéramos. Dionisio insistió en ello. Al final accedí a romper una, bromeando con que ya podría decir que había roto algo de Tseuquest a posta. Lo que Dionsio quería era demostrar que las miniaturas se fracturaban limpiamente sin deformarse y que se podían pegar con pegamento muy bien. Y que fruto de su experiencia de ensayo y error, tenía la clave para que las miniaturas con esa textura no tuviesen burbujas en su interior. Evidentemente comenté que lo deseable es que las minis no se rompan, no que se partan bien. La pierna que yo rompí se desprendió con facilidad en un corte recto, pero lamento añadir que alguna otra miniatura no se fracturó tan limpiamente como Dionisio esperaba. Hablando de fabricación de minis es cuando Dionisio se ve algo más suelto, aparentemente con conocimientos a su nivel de fabricación en pequeño taller. Acabó aporreando con el puño cerrado una miniatura sobre la mesa de madera para demostrar que no se deformaba.
Le felicité por hacer tan buenas minis si así era, pero le dije directamente que hacer un juego de mesa es mucho, mucho más, que copiar otro juego y meterle miniaturas.
Dionisio no es un buen orador, al menos no lo ha demostrado en esta ocasión (sin duda poco propicia por las circunstancias). Charla demasiado sin ser convincente, esquiva las cuestiones y rodea las contestaciones claras, lo que en ocasiones deja su discurso vacío de contenido; a lo que hay que sumar algunas respuestas absurdas. Queriendo jugar con la complicidad de su interlocutor, se notaba su leve incomodidad cuando no sonreías o respondías a sus risas (contenidas) finales, frecuentes en cada frase que pronuncia. Sabiendo de antemano lo que afirmar, lo que negar y cuando callarse, no tuvo salida sin embargo cuando se enfrentó a alguna crítica respecto la calidad o la legitimidad de su proyecto, salvo expresiones faciales de disconformidad.
Por mi parte, como observador externo era quién más tranquilo podía estar en la situación vivida en el local de Gamezone. Cuando ya íbamos a marcharnos, me acerqué a Dionisio para instarle a más contactos en el futuro y recordarle su falta de respuestas durante años y su corte de comunicación al principio de su proyecto en cuanto le expresamos en privado algunas dudas sobre su planteamiento. Le recordé que de hecho en aquel principio le ayudamos con algunos contactos y nos hubiera encantado ayudarle a mejorar el mal proyecto que nos presentó. Las críticas a su labor fueron sobre todo por vender un producto apócrifo y debió saber afrontarlas, pero en vez de rectificar todo se fue agravando con un desastre de gestión que se veía venir, aunque tal vez no durante tantos años. Dionisio se interesó por mi labor como autor y le contesté alguna cuestión adecuada pero escuetamente, sin ser el momento para entablar esa conversación. Le propuse que en el futuro, cuando este proyecto pueda cerrarse definitivamente, pudiéramos tener una charla de forma adecuada una entrevista seria, en la que pudiera expresarse con sinceridad, que en esta situación no pudimos tener. Se mostró conforme pero sin efusividad -yo tampoco veo el fin de este culebrón muy cercano.
Tras cerca de 3 horas de visita, abandonábamos el local de Gamezone. Ya en el exterior, antes de irnos expresé el deseo de la mejor solución para todas las partes. Deseé a Dionisio que mejorase en su labor en nuestro sector, porque tiene mucho que mejorar. Él solo dijo que era mi opinión, distinta a la suya. Me hubiera encantado poder debatir en profundidad.
Ya ha pasado la primera fecha propuesta del día 24 de enero de 2025, sin acuerdo entre las partes. Desconozco los posibles avances. Sin poder entrar en detalles del proceso penal en curso (del que soy ajeno), sí puedo decir que en el local de Gamezone presencié a los mecenas intentando aproximar posturas en busca de soluciones, un acercamiento que no fue a más cuando desde Gamezone se remitió todo secamente a los contactos entre los equipos de abogacía.
El deseo que esta historia acabe de la mejor forma posible para todas las personas implicadas y afectadas es sincero. Pero todavía nos queda mucho por contemplar.
Lo que es seguro es que espero que algo como este proyecto no vuelva a repetirse jamás.
#LosJuegosDeMesaSonCultura
¡Nos jugamos!
Ahora o nunca, decían en 2013.
Un homenaje, decían.
Continuará...
¡Nos jugamos!